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El vino boutique que busca convertirse en embajador de Biobío en el mundo

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Chillán, 11 de mayo 2016.- Si ya había sorprendido con sus espectaculares mostos envejecidos al son de la música, ahora el joven enólogo de Ñuble, Juan José Ledesma vuelve a innovar agregando el elemento patrimonial para dar origen a “El Apellinao”, vino País de calidad premium envejecido en barricas de raulí chileno. Un producto con una fuerte identidad territorial, que está llamado a convertirse en un embajador de la región del Biobío en el mundo entero.

El producto fue lanzado en la Cava del Pescador de Chiguayante, un pequeño local que se ha convertido en todo un referente de los vinos boutique en la región del Biobío, y que semana a semana reúne a decenas de amantes de los mostos que peregrinan a las catas para degustar las novedades que trae el carismático sommelier Augusto Pescador.

Conocedor de la calidad de los vinos de Ledesma, Pescador no dudó en invitar al enólogo chillanejo a presentar su Terroir Sonoro “El Apellinao” frente a su exigente clientela. De la misma familia musical que los exitosos “El Cronopio” y “El Perseguidor”, este nuevo vino es un refinado País de 13 grados, envejecido durante 12 meses en barricas de madera nativa, específicamente Nothofagus alpina, es decir, raulí.

Barricas nuevas, construidas especialmente para este proyecto que se enmarcó en la Estrategia Regional de Innovación y fue financiado con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). “Nuestro objetivo fue completar la línea de producción tradicional que nos propusimos rescatar en Viñas Inéditas, es decir recuperar el proceso de guarda y vinificación ancestrales, pero mejorado con las técnicas modernas. Un proceso que para ser fiel al original necesariamente debía hacerse en barricas”, explica Ledesma.

Un componente paradójicamente innovador, que el enólogo chillanejo observó basándose en las tendencias mundiales que rigen la industria internacional de los vinos de alta gama. “Aunque parezca contradictorio, elaborar el vino como se hacía hace 500 años hoy constituye una innovación altamente apreciada por los círculos enológicos premium, dado que a la tradición le agregamos tecnología de punta, que dan como resultado un producto de altísima calidad”.

“Estamos en presencia de un vino de clase mundial, muy gastronómico y con identidad territorial”, comenta el sommelier Augusto Pescador. Voz autorizada en materia enológica, Pescador ofrece en su local vinos de más de 130 viñas boutique –particularmente de los valles de Itata y Biobío– de los cuales ninguno se encuentra en las góndolas del retail. “El Apellinao” fue el protagonista de la cata número 83 de esta tienda especializada, recibiendo el aplauso cerrado del anfitrión y los asistentes.

Juan José es un apasionado y un revolucionario del vino, y una vez más dio en el clavo sorprendiéndonos con un producto innovador, único en su tipo. El Apellinao es un vino con cuerpo, elegante, que sin lugar a dudas tendrá gran acogida en los mercados premium tanto locales como internacionales”.

Una tarea que Juan José Ledesma tiene avanzada, logrando rápidamente el ingreso al mercado británico. “Los importadores ingleses que nos visitaron el año pasado, de inmediato se interesaron en llevar el producto a un público que, según nos señalaron, ya viene de vuelta de los vinos excesivamente industrializados. Ellos quieren vinos con identidad territorial, y saben muy bien que nuestro País Apellinao es irrepetible”.

El agrónomo de la Universidad de Concepción aclara que su producto apunta a un mercado de nicho, razón que explica la partida de tan sólo 4 mil botellas, que ya se vendieron a Inglaterra, Brasil y Estados Unidos en valores que van de los 10 a los 12 dólares a importador.

Uno de los grandes desafíos del proyecto fue conseguir los árboles adecuados para la construcción de las barricas, ya que para fines enológicos se requiere de bosques manejados especialmente para la producción de tonelería. “Finalmente usamos madera nativa comprada en Osorno, la cual posteriormente se aserró en instalaciones de la UBB en Concepción, mientras que la elaboración de las duelas y el armado de las cubas se realizó en la Tonelería Francesa Nadalié, de Sebastián Villard”.

El apoyo técnico y financiero de FIA le permitió a Ledesma adquirir las maderas adecuadas, tomar el servicio de fabricación de duelas y barricas, así como conseguir la uva necesaria para llevar a cabo los ensayos. En opinión del director ejecutivo de la Fundación, Héctor Echeverría, los resultados de este proyecto demuestran el valor que tiene el rescate de nuestras tradiciones.

“Hoy los consumidores están buscando productos que porten la identidad de sus respectivos territorios, y El Apellinao es un vino que rescata y pone en valor la vieja tradición vitivinícola de Chile, aquella de las cepas País, Malbec de San Rosendo,Cinsault y Moscatel de Alejandría, que fue eclipsada por la industria vitivinícola moderna y que durante décadas fue catalogada injustamente de baja calidad. Con este y otros proyectos de Viñas Inéditas estamos demostrando que con estas técnicas tradicionales es posible producir vinos de clase mundial”, subraya la autoridad.

La revolución de Juan José Ledesma está lejos de terminar. En las próximas semanas FIA lanzará nuevas innovaciones de este “fermentador de música y compositor de vinos”, como el propio agrónomo y enólogo chillanejo se define.

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