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Proyectos de innovación potenciarán la pequeña agricultura en la Araucanía

Temuco, 10 de agosto 2015.- Ante una masiva audiencia integrada por productores, autoridades y profesionales vinculados al agro, se lanzaron oficialmente tres proyectos adjudicados por INIA Carillanca en el Concurso de Estudios y Proyectos de Innovación Agraria, convocatoria nacional 2014 de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA. Avellano europeo, quínoa y lupino amargo son los rubros priorizados y que sin duda serán de gran impacto para la agricultura familiar campesina (AFC) de la Araucanía.

Mejoramiento participativo in situ para disponer de líneas candidatas a variedad de lupino amargo; Generación de ventajas competitivas para los productores de avellano europeo, a través de la obtención de prototipos varietales; y Tecnologías para potenciar el cultivo de quínoa, como opción productiva para la AFC en la zona centro-sur de Chile, son las tres iniciativas ganadoras, las cuales comenzarán a ejecutarse a partir de este año.

El director ejecutivo de FIA, Héctor Echeverría, valoró los proyectos ya que, según dijo, se enmarcan en el trabajo de rescate y valorización del patrimonio agroalimentario de Chile. Tres iniciativas que contribuyen a impulsar y dinamizar la agricultura en la Araucanía, diversificando la canasta productiva de la región, aprovechando las aptitudes que ésta posee para producir más y mejores alimentos.

“El avellano europeo es un cultivo que ha crecido mucho en la región y hoy tenemos la oportunidad de generar nuevas variedades que respondan a los requerimientos internacionales e incrementar las posibilidades de exportación. En cuanto al lupino amargo, la Araucanía posee aptitudes únicas para su producción, donde no sólo los grandes agricultores pueden cultivarlo, sino también medianos y pequeños, lo que se suma a una demanda creciente del mercado asiático. Por último, la quínoa tiene una larga tradición en esta zona, y si a los pequeños productores les entregamos buenas variedades, podrán aumentar su producción y acceder a mejores mercados”, puntualizó Echeverría.

Por su parte, el subdirector nacional de I&D de INIA, Iván Matus, enfatizó en que el Instituto de Investigación Agropecuaria es una entidad generadora de tecnologías. “Trabajamos con lineamientos estratégicos claros, orientados al cambio climático, recursos hídricos, recursos genéticos, agricultura verde, sustentable y eco-eficiente, alimentos saludables y transferencia tecnológica. En este sentido, nos comprometemos a seguir trabajando y aportando a la modernización del sector agroalimentario chileno, con un acento fuerte en la Agricultura Familiar Campesina”, dijo.

Cabe señalar que 2015 ha sido definido por INIA como el “Año de la Transferencia Tecnológica”, y en este escenario se ejecutan diversos proyectos que permitirán aportar a mejorar las condiciones de los pequeños productores, estrechar las brechas de desigualdad en el campo y promover un desarrollo inclusivo en el sector productivo en distintas zonas del país.

La orientación de los proyectos también fue destacada por el gobernador de Cautín, José Montalba, en su calidad de intendente subrogante. “Generar este tipo de iniciativas, significa cumplir con uno de nuestros énfasis como Gobierno,  favoreciendo a los pequeños  agricultores. Estoy convencido de que nuestra región se hará cargo del futuro, posicionándose con nuevos cultivos en la producción agrícola, usando nuevas tecnologías que permitirán acortar la brecha entre aquellos que han tenido más oportunidades y los que no”, dijo.

Proyectos

En opinión de Héctor Echeverría, estas iniciativas también destacan por incluir la transferencia como un elemento central. “Durante mucho tiempo existió una queja generalizada en el sector, en cuanto a que la academia, científicos e investigadores estaban encerrados en sus aulas y laboratorios y no se acercaban a los campos. Nosotros en FIA a través de estos proyectos hemos exigido que además del rigor del trabajo científico, exista un acompañamiento efectivo, con participación de los productores en las pruebas de los nuevos desarrollos y variedades, de manera de mejorar la eficiencia y acortar los tiempos del proceso de transferencia”, expresó.

El proyecto sobre lupino, liderado por el Dr. Mario Mera,  tiene por objetivo aumentar la disponibilidad de material genético mejorado, a partir del cual se pueden inscribir nuevas variedades de lupino amargo para la AFC del sur de Chile. Se ejecutará en las comunas de Vilcún y Nueva Imperial, extendiéndose hasta el año 2019.Los asociados son la Cooperativa Campesina Boroa Ltda.; la Cooperativa  Agroimperial e INDAP.

La iniciativa propone la participación de los agricultores en el proceso de selección de líneas en sus terrenos, de manera que se sientan identificados con la eventual  variedad y empoderados de la misma. “Una nueva variedad de mayor calibre, con mejor comercialización, permitirá lograr mayores ingresos a unas 5 mil familias de la AFC, la mayoría mapuche, por el aumento de proporción de grano exportable. Además, en rendimiento se espera que la nueva variedad mantenga el alto potencial que tiene la variedad Boroa INIA, considerablemente superior al lupino amargo común”, acotó Mera.

El proyecto de avellano europeo, a cargo del Dr. Miguel Ellena, se extenderá hasta el 2018, y busca la generación de ventajas competitivas para los productores del rubro, a través de la obtención de prototipos varietales que produzcan frutos de mayor calibre y rendimiento industrial. Lo anterior estará sustentado en la obtención de prototipos varietales de avellano europeo a partir de selección clonal del germoplasma presente en el territorio nacional, el desarrollo de una estrategia de multiplicación para el escalamiento comercial de los prototipos, como también la difusión y transferencia de tecnologías desarrolladas para las empresas asociadas y productores chilenos.

“Esperamos poner a disposición de los agricultores las herramientas tecnológicas necesarias para suplir las brechas existentes y lograr la consolidación del rubro en el centro sur y sur de Chile. Para lograr el cometido, la propuesta se llevará a cabo en las comunas de Collipulli, Ercilla, Vilcún, Cunco, Freire, Pitrufquén, Gorbea y Loncoche, con el apoyo de nuestros socios Asociación Regional Mapuche Folilko, Avellanas del Sur S.A. e Indap”, dijo Ellena.

Respecto al proyecto de quínoa, a cargo del Dr. Jorge Díaz y que compromete las comunas de Vilcún y Carahue en La Araucanía, tiene por objetivo desarrollar soluciones tecnológicas para impulsar la quínoa (Chenopodium quinoa Willd), como alternativa productiva para la AFC en la zona centro-sur de Chile. Los objetivos específicos están orientados a identificar germoplasma de quínoa con características agronómicas y/o funcionales sobresalientes en términos de rendimiento y calidad; definir tecnologías de manejo agronómico integrado que permitan el desarrollo del cultivo en el centro-sur de Chile y desarrollar prototipos industriales en base a este producto, que puedan ser escalados por actores AFC en el mediano plazo, como también transferir y difundir los resultados obtenidos a productores, asesores y empresas del centro-sur de Chile.

“Desde La Araucanía se espera aumentar la superficie sembrada, el rendimiento del cultivo y la oferta de nuevos productos procesados, generando un impulso a la AFC dedicada a la producción de quínoa. Cabe destacar que participan como asociados de la iniciativa, la Universidad de La Frontera; Agroforestal La Esperanza Ltda.; las comunidades indígenas Domingo Canio N°2, Antonio Paine 1, Antonio Paine Nº 2 y Domingo Caniu 1; la Ilustre Municipalidad de Vilcún; INDAP y SAG”, puntualizó Díaz.

Finalmente, para el seremi de Agricultura, Alberto Hofer, con estas tres iniciativas se espera potenciar a la pequeña agricultura del sur, donde INIA Carillanca tendrá un rol relevante, a través de una alianza virtuosa con sus asociados y el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que apostó por esta región.

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