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Ingresan al país más de mil 100 palmeras para producir dátiles made in Chile

Santiago, 02 de octubre 2020.- 1.100 palmeras in vitro de la variedad Medjool, una de las más cotizadas en el mercado para la producción de dátiles, fueron importadas desde Los Ángeles, California para ser plantadas en la región de Tarapacá a fin de diversificar la matriz productiva del norte de Chile.

El arribo de estas plantas es parte de una iniciativa −impulsada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura y ejecutada por la empresa Kelümilla − que busca generar una nueva alternativa productiva para el norte grande, a través de la micropropagación in vitro. Este método es una alternativa más eficiente que los métodos tradicionales y facilita la incorporación de nuevas variedades al país.

“Hasta el momento en Chile no contábamos con más 100 de ejemplares de esta variedad. Esta importación que se realizó gracia al convenio con la empresa Phoenix Agrotech de California, no solo multiplica el número de ejemplares en más de 10 veces, sino que supera el número total de palmeras disponibles en el territorio. Actualmente las 1.100 palmeras se encuentran en cuarentena, impuesta por el SAG para la importación del material, después de eso pasan a una etapa de invernadero y luego serán plantadas en la región de Tarapacá”, indica el coordinador de la iniciativa de la empresa Kelumilla, Cristián Holzmann.

Durante el 2018 la exportación mundial de dátiles fue de $4,500 MM USD. Si bien, el cultivo de esta especie en nuestro país se inició el año 68, principalmente por las limitaciones en los métodos de reproducción de las palmas datileras ha estancado el desarrollo de la agroindustria. Sin embargo, un análisis climatológico reveló que el área con condiciones adecuadas para este cultivo en el norte de Chile es cercana a los 22.500Km2 y abarca aproximadamente desde la altura de Arica a la de Calama.

“Para FIA esta iniciativa es de suma importancia para potenciar la agricultura en el norte de Chile, ya que permitirá desarrollar una nueva agroindustria asociada a la producción de dátiles. Además, y según lo que ha señalado la FAO, este fruto jugará un papel relevante en el futuro de la alimentación, donde en una situación de cambio climático que aumenta la vulnerabilidad de la producción de alimentos, tener opciones de nuevos cultivos es vital para alimentar a una población cada vez mayor”, señala el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre.

Un próspero futuro

 El dátil es la fruta que solo se obtiene desde individuos femeninos de la palmera datilera (Phoenix dactylifera L.). Es un cultivo que tiene unos 7.000 años de antigüedad y existen más de 300 variedades, siendo las más importantes a nivel comercial las Deglet Nour, Zahidi y Medjool. Este fruto es un alimento básico para los países árabes, producido en climas desérticos y su exportación se ha triplicado en los últimos 10 años a nivel mundial.

La falta de la implementación de técnicas de micropropagación para la palma datilera en el país ha sido uno de los principales factores que limita el desarrollo de este producto en Chile. De las 240 palmas importadas por CORFO el año 68 a la estación experimental de Esmeralda, ubicada en Pica, se han podido expandir aun poco más de 800 palmeras hasta el día de hoy.

“Las palmas datileras se reproducen tradicionalmente a través de semillas o el método tradicional a través de hijuelos y sólo las plantas hembra producen frutos comestibles. La reproducción por semillas demora 7 años en producir y la mitad de las plantas serán hembras; mientras que la propagación a través de hijuelos es extremadamente lenta, una palmera llega a producir 10 hijuelos en 15 años. En contraposición al cultivo tradicional nosotros proponemos el uso de la metodología de micropropagación in vitro de las palmeras”, agrega Holzmann

La micropropagación permite generar una gran cantidad de plantas, a una tasa de hasta un millón hijuelos cada dos años. Conservando las características parentales en cuanto a calidad del fruto, tiempo de maduración y sexo. También permite un intercambio seguro de material libre de enfermedades y las plantas obtenidas florecen al cuarto año, planteándose una reducción de tres años si se compara con los métodos tradicionales.

Trabajo asociativo

Entre los asociados se encuentra la Universidad Arturo Prat (Unap), quienes dispondrán las plantas en la Estación Experimental Canchones (donde estarán los viveros). También desarrollarán laboratorios de propagación en Huayquique. Y desde ahí se van a distribuir las plantas para los agricultores que también están asociados al proyecto. Destaca, además, el impulso de la Seremi de Agricultura de Tarapacá.

En esa línea, José Pablo Delatorre, investigador de la Unap sostuvo que la innovación está abarcando hasta ahora prospecciones en Tarapacá y Arica, donde se van a plantar estas palmeras a fin de trabajar, de forma conjunta, con “agricultores de Pica, de la Quebrada de Tarapacá y en Soga, ambos en Huara”. El biotecnólogo agregó que la misión de la Universidad es la “prospección de ecotipos de palmeras que ya están adaptadas a la zona y que son locales, a fin de hacer una multiplicación in vitro en nuestros laboratorios, obteniendo mayores individuos”.

Por su parte el Secretario Regional de Agricultura de la Región de Tarapacá, Fernando Chiffelle, comentó que “este es un proyecto que hemos trabajado durante los últimos dos años, donde buscamos potenciar este producto para convertirnos en un polo de exportación de dátiles, además esto va asociado con la construcción  de un centro de propagación, que a mediano plazo nos permitirá aumentar la cantidad de plantas de diversas especies de árboles frutales, de alto valor comercial introducido a la zona, y de esa forma aumentar la productividad de nuestros agricultores».

 Los dátiles son ricos en hierro, potasio, calcio y magnesio y son una fuente importante de fibra. También tienen un elevado contenido de calorías, lo cual los convierte en una excelente fuente de energía. Por su sabor dulce, los dátiles también son una alternativa adecuada a los azúcares refinados y su harina es muy cotizada en la cocina vegana. Recurrir a opciones nutritivas naturales, como las frutas, en lugar de alimentos procesados es uno de los factores que pueden ayudar a revertir la tendencia de la obesidad gracias a la innovación en nuestra matriz productiva nacional.

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