TESTIMONIOS

Miguel Sánchez

Con el apoyo de FIA e INIA, pequeños productores del valle de Marga Marga se propusieron reintroducir al mercado el Tomate Limachino Antiguo, dando el primer paso hacia la obtención de la Denominación de Origen. Para ello, caracterizaron sus atributos organolépticos, funcionales y sensoriales, así como sus manejos agronómicos ancestrales.

¿Cómo fue la experiencia de desarrollar esta iniciativa?

Espectacular. En este proyecto se conjugaron elementos como valor territorial, recuperación genética y transferencia tecnológica. Pero lo más importante fue cumplir nuestro viejo anhelo de reconocer el carácter patrimonial del Tomate Limachino Antiguo, como un producto único en el mundo y de alta calidad.

¿Qué tan complejo es innovar desde la pequeña agricultura?

Con apoyos como el de FIA, se puede. Nuestros costos son altos, entonces los instrumentos de apoyo son vitales para nuestras agrupaciones, ya que es la única alternativa que tenemos para innovar y desarrollar un proyecto de esta envergadura, tan importante para nuestra ciudad, ya que nos permite ser reconocidos en todo Chile a partir de la valorización de una tradición local.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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