Santiago, 19 de julio 2019.- El cultivo del almendro presenta un gran potencial por desarrollar en Chile, especialmente por sus características de fruto seco no perecible, por sus atributos nutracéuticos y por los buenos precios internacionales de los últimos años. Sin embargo, dicho potencial no se ha expresado bien debido a factores climáticos que derivan en problemas de polinización y cuaja frutal, y también a un manejo tecnológico insuficiente.
Según cifras de CIREN – ODEPA, se cultivan 8.863 hectáreas de almendros, donde el 99% se distribuye en las regiones de la zona central (Metropolitana, Valparaíso, O’Higgins y Coquimbo), con más de 550 huertos, de los cuales se cosechan aproximadamente 14.000 toneladas métricas de pepa.
Es por ello que la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) junto a la Fundación Agro UC y la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) lideraron el proyecto “Incremento de la productividad del almendro en Chile mediante el uso de tecnologías innovadoras”, cuyos resultados se dieron a conocer al sector productivo en el marco del VIII Seminario del Almendro “Estrategias de innovación y perspectivas en la producción de almendras”, organizado por la Facultad.
El Subdirector de FIA, Rodolfo Campos indicó que este tipo de proyectos son una creación de valor, “nosotros estamos convencidos que hoy en día el área de costos se hace mucho más difícil para tener márgenes que sean aceptables y lograr competitividad. Por lo tanto, creemos que aumentando la productividad y aumentando el valor de la producción deberíamos lograr esa rentabilidad que necesita este rubro”.
Para Carlos Sotomayor, Coordinador del Proyecto, el apoyo de FIA ha sido fundamental, “porque hemos trabajado en laboratorio y en campo, adquiriendo los productos necesarios para obtener los resultados que podrán ser visibles en la próxima temporada. La idea es que si los rendimientos aumentan, se planten más superficies”.
Jorge Castro, parte del equipo investigador añadió que el principal objetivo de este proyecto fue incrementar la cuaja y aumentar la productividad de los almendros. “Favoreciendo las coincidencias de floración entre variedades mediantes la utilización de distintos agroquímicos. Para ello, se evaluó el efecto de distintos fertilizante foliares y bioreguladores sobre la cuaja, y se determinó los posibles efectos de los fungicidas aplicados en floración sobre la polinización y la cuaja”.
Castro agregó que a través del uso de estas estrategias los porcentajes de cuaja pueden aumentar entre un 10 a un 40% para huertos adultos, dependiendo de la edad, densidad y factores climáticos, entre otros. “La meta del proyecto es lograr cuajas promedios superiores al 30%, que asociamos a un rendimiento aproximado de 2.500 kilos de pepas por hectáreas. Por lo tanto, un aumento de un 1% en la cuaja significa un aumento de 85 kilos por hectárea, lo que daría un incremento aproximado de 5 a 6 dólares”.
Cabe destacar que en el encuentro participaron empresas productoras y exportadoras como Parmex, Pacific Nut, Huertos del Valle, Almeval, Prodalmen, Agrícola Ballerina. Junto a los viveros, Agromillora, Sunnyridge y El Tambo que representan más del 50% de las hectáreas plantadas en Chile.
