Por Gabriela Pazos N.
El gerente de Natural Resources Conservation Board (NRCB) del estado canadiense de Alberta, el chileno Francisco Echegaray, explicó que así han logrado limitar la expansión inmobiliaria que invade suelos agrícolas.
Si consideramos que la formación de un centímetro cuadrado de suelo superficial apto para la agricultura puede tardar entre 400 y 1.000 años, es evidente que estamos ante un recurso natural no renovable. Por ello, científicos y expertos expresan una creciente preocupación por la acelerada pérdida de suelo cultivable, causada por tres factores principales: el cambio en el uso del suelo, especialmente para fines inmobiliarios; la presión ejercida por distintos sectores productivos; y la crisis climática, que impacta directamente la soberanía alimentaria.
En Chile, la región de Valparaíso es una de las más afectadas por este proceso perjudicial para la agricultura, por lo que se creó la Mesa de Sustentabilidad regional, liderada por el Seremi de Agricultura y conformada por un amplio espectro público-privado: Gobierno Regional, entidades del Ministerio de Agricultura (agencia FIA, INDAP, INIA, SAG, CNR, CONAF, INFOR), empresas productoras y universidades (Centro Regional CERES, PUCV, Nodo CIV-Val y PERFRUTS). En este marco, CERES, PERFRUTS y la agencia FIA organizaron el seminario internacional «Gobernanza y gestión sostenible de suelos para agroecosistemas resilientes al cambio climático», con el objetivo de generar nuevos insumos para la Mesa y fortalecer la sostenibilidad de la agricultura en la región de Valparaíso. Participaron expertos nacionales y extranjeros para compartir experiencias exitosas e innovadoras en el manejo sostenible para preservar los suelos agrícolas en función de la producción de alimentos.
El seminario realizado en el salón de eventos del Open Hotel de Quillota, contempló una visita a las dependencias de la Granja Crisol, donde se mostraron en terreno distintas iniciativas de recuperación de suelos.
Entre las exposiciones más llamativas estuvo la del chileno canadiense Francisco Echegaray, que expuso sobre cómo Canadá ha logrado mantener los suelos agrícolas para la producción de alimentos.
LA PRESIÓN SOBRE EL SUELO AGRÍCOLA AMENAZA LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
El Ministerio del Medio Ambiente ha señalado a Valparaíso como una de las regiones más vulnerables a la crisis climática en Chile, debido a su alta exposición a fenómenos como sequías, incendios forestales y desertificación. El deterioro de sus ecosistemas y ciclos hidrológicos, exacerbado por la expansión urbana, los cambios en el uso del suelo y el monocultivo, ha intensificado esta vulnerabilidad.
El representante regional de FIA en Valparaíso, Andrés Gálmez, expresó que “estamos en una región donde existe una fuerte competencia por el sector inmobiliario y energético con la instalación de paneles fotovoltaicos. Además, es una región de transición climática que posee un efecto importante en la erosión y capacidad productiva de los suelos, tanto por sequía extrema donde básicamente el terreno quedó desprovisto de la cubierta vegetal, como por las intensas lluvias de los dos últimos años, que aumentó el daño. En este contexto, FIA apoya el intercambio de experiencias para la búsqueda de soluciones”, indicó.
Maira Vieri, encargada de Soberanía Alimentaria del Municipio de Valparaíso, valoró la instancia de socialización sobre los suelos, lo que considera relevante tanto para el ámbito rural como urbano, por “el interés que existe hoy día para volver a la tierra”. Agregó que “es importante saber cómo se trabaja con la investigación, qué se está pensando respecto a la gobernanza de suelo y cómo transformar la visión que tenemos del territorio, para poder aplicarlo en pequeños territorios y en sectores más grandes y rurales”, señaló.
Este tema no sólo preocupa a los expertos, sino también a la comunidad. José Sandoval, profesor de ciencias agropecuarias de la Escuela Rural Carola Reyes Pizarro de la localidad de San Pedro en Quillota, asistió con sus estudiantes de enseñanza media, invitado por la Fundación Ceres. Le interesa que sus alumnos sepan qué es lo que existe a nivel nacional respecto a una política para la conservación de suelos. “Nosotros trabajamos el suelo a diario, lo hacemos con animales y prácticas de conservación. Buscamos, por un lado, generar alimentos para la escuela, y por otro, generar pradera para los animales”, afirmó.
LA FÓRMULA CANADIENSE: PROHIBIR LA PARCELACIÓN DE TIERRA AGRÍCOLA
Francisco Echegaray, gerente interino del Natural Resources Conservation Board (NRCB) de Canadá, dependiente del Ministerio de Agricultura de dicho país, invitado por FIA, PERFRUTS y la Fundación Ceres, abordó dos aspectos de la realidad chilena que le llamaron la atención en relación con el deterioro de la tierra agrícola para la producción de alimentos. Manifestó su preocupación por «la grave fracturación del suelo agrícola», instando a su protección. Además, destacó «el monocultivo intensivo de árboles frutales, donde el agua se destina mayoritariamente al riego, mientras las comunidades dependen del suministro mediante camiones aljibe».
Algo muy distinto a la realidad del país del norte de América donde “el gobierno provincial prohíbe la subdivisión de tierras en parcelas menores a 65 hectáreas», según explicó. «Esta regulación es gestionada por las municipalidades rurales (condados), cuya principal misión es proteger la tierra agrícola. Solo se permite una única subdivisión, que permite destinar 1,5 hectáreas para la construcción de una vivienda». Lo importante en realizar un adecuado ordenamiento territorial, que permita conocer de antemano qué actividades se pueden realizar en cada parte de la región, dándole énfasis a la preservación de la capacidad productiva de los suelos.
EXPERIENCIAS SOSTENIBLES: “DIVERSIDAD DEL SUELO ES SALUD”
Por la tarde, los asistentes al seminario tuvieron la oportunidad de conocer diversas prácticas de manejo de suelos en la Granja Crisol, ubicada a 10 kilómetros del centro de Quillota. Este espacio familiar, que existe desde principios de los años 2000, se ha convertido en un modelo a seguir, al transformar sus 9 hectáreas de cultivos de paltos de un enfoque basado en la agricultura química a un manejo orgánico.
Marcela García, socia fundadora de Granja Crisol, explicó que el objetivo de la jornada de campo fue mostrar, desde las perspectivas física, química y biológica del suelo, diferentes tipos de manejo. Entre ellos, destacó el uso de micorrizas (la asociación de ciertos hongos con las raíces de las plantas) y microorganismos que ayudan a reactivar la vitalidad del suelo, así como el manejo de coberturas mediante la aplicación de compost. “Observar la vida en el suelo, nos da una diversidad en nuestro sistema digestivo, y, por lo tanto, una mejor salud”, explicó.
RECONOCIDA MUJER AGROINNOVADORA-FIA: DEL LABORATORIO AL CAMPO
Una de las experiencias que despertó especial interés en Granja Crisol, estuvo a cargo de Marcela Carvajal, distinguida por FIA como Mujer Agroinnovadora, por su contribución como investigadora al llevar los estudios científicos que realiza en su laboratorio a la comunidad de manera práctica.
En esta oportunidad mostró en terreno cómo reproducir un hongo para estimular la productividad de los campos de una manera amigable con el medio ambiente. “Estoy aquí, porque para nosotros, es muy importante transmitir la importancia de los microorganismos, con el objeto de que los campesinos y los agricultores comiencen a valorar lo importante que es cuidar la diversidad de los suelos”, concluyó.