Por: Gabriela Pazos N.
El programa tiene como objetivo fortalecer el modelo de negocios de las cooperativas campesinas y agrícolas para que funcionen como empresas eficientes y rentables.
Con la incorporación de 16 nuevas cooperativas agroalimentarias se dio inicio a una intensa jornada de trabajo en el Encuentro Nacional de Cooperativas, organizado por Agrocoopinnova-FIA (Fundación para la Innovación Agraria). De esta forma, productores y campesinos de 49 cooperativas agropecuarias provenientes de 15 regiones del país, llegaron hasta el Hotel Fundador de Santiago, para formalizar su compromiso con el programa.
El evento fue organizado por la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria) en conjunto con la Unión Nacional de Agricultura Familiar Cooperativa (UNAF COOP) y la Confederación Nacional de Federaciones de Cooperativas y Asociaciones Silvoagropecuarias de Chile (CAMPOCOOP), asociaciones que desde un inicio integraron Agrocoopinnova.
A través de una estrategia permanente de fortalecimiento y competitividad para las cooperativas participantes, el programa AgroCoopInnova busca estimular el desarrollo de la innovación para transformarlas en empresas modernas y eficientes. Mediante el cumplimiento de una serie de requisitos mínimos y el paso por distintas etapas formativas logran certificarse mediante un “sello de acreditación”.
La directora ejecutiva de FIA, Francine Brossard, dijo que “estamos trabajando con cooperativas 2.0, donde ha sido fundamental el trabajo de tres ministerios en una alianza inédita”. Explicó que esto se inició con el Ministerio de Agricultura y con el tiempo se fue sumando el Ministerio de Ciencias con el que se incorporó el I+D+I (Investigación, Desarrollo e Innovación) y el Ministerio de Economía, responsable de certificar a cada cooperativa integrante.
Marcela Arce, encargada del programa de Innovación Agraria FIA, anticipó que ahora viene “una etapa de fortalecimiento de las capacidades de las cooperativas con cursos dirigidos a gerentes, a los socios y consultorías de innovación”.
LA INNOVACIÓN: CLAVE PARA EL FORTALECIMIENTO COOPERATIVO
Tatiana Huentecol Aillapan, es gerenta de la Cooperativa Agrícola Mailén Ltda, ubicada en Vilcún, región de La Araucanía. Relató que son 14 integrantes, quienes se dedican al cultivo de flores y plantas medicinales mapuche. Su meta es comercializar a nivel nacional e innovar con el cultivo de flores comestibles. “Agradecemos a Agrocoopinnova esta oportunidad para poder resolver nuestros problemas y avanzar en nuestras metas como cooperativas”, según expresó.
Por su parte, Paola Zúñiga, representante de Cooperativa de Trabajadoras y Trabajadores Temporales Ltda, ubicada en Melipilla, RM, contó que se unieron para dar respuesta a la precariedad laboral y profesionalizar el oficio campesino en la producción de alimentos y vinos. Crearon una línea de trabajo para aportar al campo con jóvenes trabajadores y profesionales, capaces de adoptar los cambios tecnológicos y adaptarse al contexto de cambio climático. Valoró el espacio y agradeció a FIA “por darnos la oportunidad para incorporar innovación en un área que está carente de ella”.
Proveniente del norte de nuestro país, Jair Rojas, gerente de la Cooperativa de Trabajo Agrícola Apihuasco Ltda., ubicada en la provincia del Huasco, relató que se unieron a Agrocoopinnova tras participar en un programa de adopción de innovaciones liderado por FIA. Decidieron postular para fortalecer su organización y poner en el mercado su producción de mieles que tiene el especial sello de producirse en “el desierto más árido del mundo”.
Agregó que “estábamos enfrascados en muchos problemas y no veíamos solución. FIA nos entregó primero un programa de transferencia y ahora Agrocoopinova. Ojalá sea el inicio de un camino exitoso para la agricultura en la provincia del Huasco y la región de Atacama”, concluyó.
RENACER DESDE LA CENIZAS
Inés Olate recibió el reconocimiento de FIA como Mujer AgroInnovadora 2023-24, gracias al trabajo que realiza con la Cooperativa de Productores de Ají y Merkén de Santa Juana Ltda., localizada en el Valle de Catirai, Santa Juana, región del Biobío.
Su producto no es nuevo, ya que son herederos de una larga tradición familiar de producción de ají y de la receta ancestral del merkén mapuche, además del cuidado de las semillas. Sin embargo, cuentan que con el programa han logrado mejorar la producción, innovar y dar los primeros pasos para exportar. “Es una gran oportunidad. Estamos muy contentos, porque ya estamos mandando muestras de los productos. Nos han llamado de varias partes para conocerlos y ver cómo hacerlos llegar”, según indicó.
La jornada cerró con la ceremonia de firma de compromiso por parte de las 16 nuevas cooperativas que se integran a AgroCoopInnova.