Región del Biobío, 5 de julio 2016.- En el marco del Concurso de Innovación Joven Savia Lab 2016, se desarrolló en Coronel y Futrono un Campamento Tecnológico donde más de 250 estudiantes provenientes de 18 liceos y colegios de la región del Biobío y Los Ríos, participaron de talleres en comunicación efectiva, prototipado de ideas y diseño de servicios, de la mano de los tutores de la Pontificia Universidad Católica (PUC).
Organizado por segundo año consecutivo por la Fundación para la Innovación Agraria del Ministerio de Agricultura (FIA) y la Escuela de Ingeniería de la PUC, Savia Lab es un concurso de innovación para estudiantes de liceos técnicos, que en su primera fase considera la capacitación de los docentes de los respectivos establecimientos participantes en metodologías de innovación temprana.
En su exitosa primera versión (2015), Savia Lab se realizó en las regiones de La Araucanía y Los Lagos, mientras que este año son los estudiantes de Biobío (105 alumnos aprox.) y Los Ríos (150 niños aprox.) quienes tienen la gran oportunidad de desarrollar sus capacidades innovadoras y aportar de esta manera a mejorar la calidad de vida de sus comunidades.
Para Luis Orellana, veterinario y docente del carrera técnico agropecuaria del colegio politécnico Víctor Jara, de la comuna de San Ignacio del Biobío, a nivel profesional esta experiencia ha sido un crecimiento, “considero que las herramientas que nos han entregado son bastantes transversales, no solo se aplican al tema de la docencia sino que en lo personal también se pueden vincular a otras áreas de mi propia profesión en el trabajo por ejemplo que realizó con los pequeños campesinos”.
Agrega que con “los estudiantes me deja una satisfacción enorme porque siento que al tener una mejor metodología de visualización de los problemas a ellos les hace mucho más sentido cómo deben mirar su propia realidad, dándose cuenta que pueden ser un aporte para la solución de ésta, esta herramienta les ayuda a entregar una solución a su problemática sobre todo con un tema tan sensible como lo es el medio ambiente que fue donde trataron de enfocar su propuesta”, indicó el docente.
En tanto, para Sebastián Corthorn de la Universidad Católica, tutor del equipo Savia–Lab, esta experiencia ha sido muy entretenida y fructífera, “se aprende harto del contacto con alumnos y de los profesores, se hace muy entretenido porque vamos aplicando lo que hemos aprendido y se va interiorizando mucho más al enseñárselos a otras personas». Uno de los focos del Savia es que los estudiantes se den cuenta de que estando en las ciudades o en zonas rurales, ellos pueden intervenir muy fuerte el entorno con sus propias ideas y trabajo. Buscamos que haya una proactividad para que solucionen sus problemas”.
Fomentando la innovación temprana
En menos de dos años, Savia-Lab se ha consolidado como una importante plataforma de fomento a la innovación temprana a nivel escolar en el sector agrícola. Durante su primera versión se destacó el alto nivel de los proyectos, con propuesta realmente innovadora y que plantearon soluciones factibles de desarrollar.
Destacan la pirámide verde (huerto urbano) del Complejo Educacional La Frontera de Temuco, o el colector de aguas lluvia fabricado con botellas plásticas, ideado por la Escuela San Juan de Aillinco.
En Los Lagos en tanto, destacan el lápiz dosificador de semilla “Easeed”, del Liceo Forestal Quilacahuín de San Pablo, además de las propuestas Noé (cosechador de lluvia) y Semáforo Alto Tizón (de la papa), ambos del Liceo Insular de Achao.
Sin duda una gran iniciativa, que este año tiene continuidad en Biobío y Los Ríos. “Es todo un sistema con el que Savia-Lab no solo ha enriquecido las metodologías de enseñanza de estos establecimientos educacionales, sino también ha motivado un cambio de actitud en los alumnos frente al entorno que los rodea”, señala la profesional de la Unidad de Desarrollo Estratégico de FIA, a cargo de esta iniciativa, Dominique Chauveau.
Los equipos ganadores del concurso (3 de cada región) participarán de una gira tecnológica con todos los gastos pagados, premio que el año pasado llevó a los jóvenes de La Araucanía y Los Lagos hasta Brasil.
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