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FIA impulsa la expansión del agroturismo replicando la exitosa Ruta de Los Abastos en O’Higgins

Por: Gabriela Pazos N.

Con aprendizajes en terreno recorriendo parte de la Ruta de Los Abastos, productores de la Provincia de Cardenal Caro, región de O’Higgins, se capacitan para sumarse al exitoso circuito gastronómico apoyado por FIA.

Los recuerdos multisensoriales asociados al placer de la comida quedan grabados para siempre. Aromas, colores, sabores e historias, permanecen más allá de una fotografía. Esta experiencia es a la que apunta la Ruta de Los Abastos, una iniciativa que el programa Adopción de Innovaciones Agrarias de la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria), dependiente del Ministerio de Agricultura, busca expandir y replicar.

Este proyecto, orientado valorizar territorios mediante procesos innovadores, fue ejecutado entre 2022 y 2024 por Empresas Gastronómicas Suculento SPA en la Región de O’Higgins y abrió nuevas oportunidades en una zona tradicionalmente agrícola y profundamente arraigada en sus costumbres campesinas. A través del diseño de un circuito que refleja la diversidad gastronómica de la región, se logró dar vida a un turismo gastronómico campesino sin precedentes en la zona. El reconocimiento alcanzado fue incluso destacado por la Revista Time de EE.UU., como un circuito gastronómico imperdible a nivel mundial.

LA GASTRONOMÍA CAMPESINA, PILAR DEL AGROTURISMO REGIONAL

La representante regional de FIA en O’Higgins, Adriana Bastias, comentó que para FIA – quien impulsó y apoyó el proyecto desde un principio- es importante dar a conocer la metodología exitosa de esta iniciativa, ya que se busca replicarla y que más productores puedan disfrutar de los beneficios de un proyecto de agroturismo como éste, destacando que hay un antes y un después para todos ellos.

Explicó que esta iniciativa “ha traído grandes alegrías para la institución, especialmente por su reconocimiento internacional. La Ruta de los Abastos permite conocer diversos oficios y el agroturismo en la región de O’Higgins, específicamente en la zona del secano costero. Nos interesa, a través del Programa de Adopción de Innovación Agraria, dar a conocer esta experiencia innovadora y promover su difusión entre más usuarios, quienes podrán replicarla total o parcialmente. Además, existe la posibilidad de que, en el futuro, algunos de ellos se incorporen”.

La directora del proyecto Ruta de Los Abastos, Pamela Villagra, explicó que decidieron iniciar en O’Higgins debido a que es un territorio agrícola por definición, con una enorme riqueza y diversidad. Además, destacó el convencimiento de que la transición agrícola hacia el futuro pasa por la innovación en el turismo, lo que permitió poner en valor no solo los productos locales, sino también las tradiciones y la identidad cultural de la región.

Agregó que ahora la idea “es exportar la idea de esta ruta gastronómica en otros lugares del país y en esa replicabilidad nuestra intención es que existan muchas más rutas de los abastos en cada territorio chileno, porque cada despensa es susceptible de ser transformada en un territorio inteligente”.

CAPACITACIÓN A EMPRENDEDORES QUE SE SUMAN

En esta nueva etapa se busca sumar a nuevos emprendedores a la Ruta de los Abastos y para ello, se invitó a participar a un taller experiencial de turismo gastronómico a un grupo de pequeños productores y emprendedores agroalimentarios de la región, previamente seleccionados.

De esta forma, durante todo un día de trabajo los participantes pudieron interactuar y aprender paso a paso la metodología asociada al modelo Ruta de Los Abastos.

La jornada comenzó con una visita a la quesería Chabelita, donde los participantes aprendieron sobre la crianza de cabras, la elaboración de quesos y la degustación de sus productos. Luego, la ruta continuó con el recorrido a un humedal que la comunidad local logró proteger en la localidad de Cabeceras, a unos 20 km al sureste de Pichilemu, lo que ofreció una valiosa oportunidad para reflexionar sobre la identidad local, un componente esencial del turismo gastronómico. La experiencia continuó con un almuerzo taller en una parcela con cultivo propio de hortalizas, destacando los sabores y productos locales.

Por la tarde, el grupo visitó la Ruta de la Sal, en Lo Valdivia, un paisaje cultural que celebra un oficio ancestral. La jornada culminó con una visita al café del Museo Lolol, donde los participantes pudieron disfrutar de un espacio que fusiona la historia y la cultura local. Este recorrido ofreció una experiencia única, enriqueciendo el conocimiento sobre el turismo gastronómico y la conexión entre los productos, la tierra y la identidad de la región.

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