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Bienestar Animal se instala como uno de los grandes desafíos del sector lechero

Los Ángeles, 28 de diciembre de 2015.- “Una suma de detalles conforman el éxito”, fue la principal conclusión que dejó el Día de Campo en salud mamaria y bienestar animal organizado por el Consorcio Lechero en Los Ángeles. La actividad tuvo lugar en el fundo Entrepinares, campo que forma parte de la red de 27 predios piloto con evaluación y seguimiento de los estándares de salud mamaria y bienestar animal. Esto en el marco del Proyecto de Bienestar Animal que realiza el Consorcio Lechero con el apoyo de la Fundación para Innovación Agraria, FIA.

Una iniciativa que en menos de un año ha entregado importantes avances en calidad de leche, rapidez en el ordeño y bienestar general de las vacas, gracias a una suma de pequeños detalles implementados en el manejo y rutinas diarias de los planteles.

El director ejecutivo de FIA, Héctor Echeverría, expresó su satisfacción por los positivos resultados que ha entregado el apoyo de la Fundación a las actividades del Consorcio Lechero. “Para nosotros la transferencia del conocimiento constituye un aspecto fundamental, y nos pone muy contentos que el sector lechero chileno esté realizando esfuerzos importantes por incorporar conceptos como el bienestar animal o cow comfort, un enfoque ético que sin duda marca diferencias en aspectos productivos y comerciales”.

La coordinadora del proyecto, Danitza Abarzúa, explicó que el Día de Campo realizado en Los Ángeles –el último para la zona centro sur en 2015– se centró en el cierre del capítulo correspondiente a salud mamaria y bienestar animal, con la participación del doctor Marcos Muñoz, junto con mostrar los resultados obtenidos en el predio, tras las sugerencias hechas en el proceso de evaluación.

Por su parte, la profesional de apoyo del proyecto, Consuelo Fuentes, destacó que Entrepinares realizara los cambios propuestos, lo que implicó medidas de manejo e inversiones, logrando efectos altamente positivos. “Lo tomaron en serio y se notó. La actividad fue un éxito, asistieron productores, trabajadores y asesores de distintos tipos de predios, lo que generó una discusión muy interesante y enriquecedora”.

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Agropecuaria Leches del Biobío es la propietaria del predio Entrepinares, unidad con 850 vacas en producción, con una proyección de 950 vacas en leche. Según comentó Jorge Guzmán (uno de los socios), la participación en el proyecto siempre contó con el respaldo y la convicción tanto de los dueños como de los trabajadores. “Nos plantearon poner el predio a disposición, para lo cual no tuvimos ningún inconveniente. Evidentemente nos ha traído beneficios, porque en un campo lechero siempre hay muchas cosas por mejorar”.

Tras la visitas de diagnóstico y seguimiento, se introdujeron innovaciones en manejo e infraestructura con muy buenos resultados. “Uno de los aspectos más innovadores fue el flameo de ubres y el depilado de colas, que nos ha permitido mantener las ubres mucho más limpias y disminuir los casos de mastitis. Los ajustes nos han permitido poder sacarle mayor eficiencia a los gastos que realizamos normalmente, como el dipping, que no estábamos aprovechando al 100%. Son cosas pequeñas, pero que al final del día son muy importantes”, afirmó Jorge Guzmán.

El doctor Marcos Muñoz, académico e investigador de la Universidad de Concepción, explicó que las mastitis clínicas son un problema en la medida que los sistemas lecheros se siguen intensificando, y en consecuencia, deben ser controladas.

“En el marco de este proyecto hemos logrado aunar criterios y establecer manejos de medicina preventiva para bajar la incidencia de mastitis clínicas, como evitar el sobre ordeño, usar el flameo, y maximizar la higiene de la vaca”.

El experto agrega que, por ejemplo, si la vaca está estabulada, un requerimiento clave es mantener los cubículos limpios. Y si está en pastoreo, recomienda asegurar la higiene de los caminos y lugares de acopio. A esto se agrega el flameo de las ubres y el corte de los pelos de la cola, “medidas sencillas, pero que permiten minimizar el riesgo de los patógenos que producen problemas de cuadros clínicos en vacas lecheras”.

Muñoz planteó también el análisis preciso de las rutinas y curvas de ordeño. “Una vaca tranquila se ordeña mucho más rápido que aquella vaca que viene estresada. Por lo tanto, el manejo periférico y previo a la ordeña es crucial. No sólo los aspectos relativos a la higienización, sino también el arreo de los animales, la forma en que entran, salen y cómo son manipuladas dentro de la sala”.

Por último, el consultor subrayó que un factor clave son las personas que trabajan en la sala. “Hay equipos muy dedicados y entrenados, con los cuales la vaca se siente bien. Pero, cuando es al revés, con personas que no saben cómo enfrentar correctamente la rutina de ordeño, las mastitis clínicas aumentan, o crecen los contagios. Definitivamente, el capital humano es esencial”, concluyó el doctor Muñoz.

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