El gran aporte innovador al agro de Magallanes es el factor común que une a Andrea Cuevas, Claudia Gómez, Jacqueline Guinao, Valeria Latorre y Bernardita Pérez. Cada una de ellas ha sido reconocida como Mujer Agro Innovadora por su labor como agricultora – emprendedora o por su aporte como académica – investigadora.
El premio Mujer Agroinnovadora (MAI) de la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria) es un reconocimiento a las mujeres que están haciendo aportes relevantes a los procesos de innovación en la agricultura y ganadería de Chile. Es una distinción que se entrega anualmente a nivel nacional y regional, y desde 2022 hasta hoy cinco destacadas mujeres magallánicas se lo han ganado. Éstas son sus historias.
Andrea Gregoria Cuevas Cárdenas
Mujer Agroinnovadora 2024 (categoría agricultora – emprendedora)

Andrea Cuevas Cárdenas desde las extensas tierras de la Región de Magallanes, ha cambiado el rostro de la ganadería ovina al incorporar la capacitación y certificación de mujeres esquiladoras, desafiando un rubro históricamente dominado por hombres. Proveniente de una familia con cuatro generaciones dedicadas al campo, creció entre ovejas y esquilas, absorbiendo el conocimiento que con el tiempo transformó en una herramienta de cambio social y económico para la Patagonia.
Su iniciativa más innovadora ha sido el desarrollo del primer curso de esquila exclusivo para mujeres en Magallanes, con más de 140 horas de formación, donde las participantes aprendieron desde técnicas tradicionales hasta el manejo de maquinaria especializada. Este programa no solo entregó herramientas técnicas, sino que también empoderó a mujeres rurales, demostrando que tienen la misma capacidad que los hombres para desempeñarse en este oficio.
Además de su impacto en la equidad de género, Andrea ha promovido buenas prácticas en el bienestar animal y la mejora de la calidad de la lana, implementando métodos más eficientes y sostenibles en la esquila. Su liderazgo ha permitido que más mujeres accedan a empleo formal en los galpones de esquila de la región, cambiando la percepción de la fuerza laboral femenina en el sector ganadero.
Con su visión transformadora, Andrea Cuevas Cárdenas está redefiniendo el papel de la mujer en la ganadería ovina, demostrando que la innovación también se da en la transmisión del conocimiento y en la inclusión de nuevos actores en el agro. Su historia es una inspiración para todas aquellas mujeres que buscan hacer historia en el campo.
Claudia Alejandra Gómez Nome
Mujer Agroinnovadora 2024 (categoría académica – investigadora)

Claudia Gómez Nome desde su infancia en los bosques del sur de Chile, comprendió el valor de la recolección de Productos Forestales No Madereros (PFNM) como una fuente de desarrollo para las comunidades rurales. Con más de 20 años de experiencia, ha transformado este conocimiento ancestral en una oportunidad productiva para cientos de mujeres recolectoras, integrando la innovación, la sostenibilidad y la equidad de género en el sector agroalimentario. A lo largo de su trayectoria, Claudia ha trabajado en distintas regiones del país, promoviendo el reconocimiento formal de la recolección y facilitando el acceso de las recolectoras a nuevas oportunidades de mercado. Su liderazgo ha sido clave en la creación de la Mesa de Productos Forestales No Madereros del Biobío, permitiendo la exportación de hongos boletus a Europa y el desarrollo de modelos de negocio viables a partir de la biodiversidad del bosque.
Su trabajo no solo ha impulsado la innovación en productos derivados de la recolección, sino que también ha generado espacios para que las mujeres rurales accedan a capacitación, redes de comercialización y mayor autonomía económica. A través de la investigación aplicada y la gestión del conocimiento, ha logrado conectar a recolectoras con nuevas tecnologías y mercados, consolidando una industria emergente que antes no tenía representación.
Con su enfoque en la sustentabilidad y el desarrollo territorial, Claudia ha demostrado que la innovación no solo ocurre en los laboratorios, sino también en el saber tradicional y en la conexión con la tierra. Su legado es un ejemplo de cómo la investigación y el trabajo colaborativo pueden transformar realidades, abriendo caminos para futuras generaciones de recolectoras y emprendedoras rurales.
Jacqueline del Carmen Guinao Nauto
Mujer Agroinnovadora 2023 (categoría agricultora – emprendedora)

Jacqueline del Carmen Guinao Nauto es un ejemplo inspirador de resiliencia y emprendimiento. Durante la pandemia, su interés por la agricultura nació de la necesidad, y pronto se convirtió en una pasión que la llevó a explorar y perfeccionar técnicas de preparación de SOUR utilizando los recursos disponibles en su entorno. Su dedicación y creatividad la impulsaron a crear una mezcla estable, empleando métodos caseros y los frutos típicos de la Patagonia Austral.
Uno de los aspectos más destacados de su propuesta es el uso de calafates recolectados manualmente, que no solo añaden un valor único al producto, sino que también mejoran la experiencia del turista, ofreciendo un coctel que concentra la esencia de la región. Así nació Monte Paladio, una bebida que no solo sorprende por su explosión de sabor, sino que también permite a los visitantes rememorar momentos especiales vividos en la Patagonia.
Este enfoque de 360° busca compartir una parte de la belleza de la Patagonia a través de una experiencia sensorial completa.
La elaboración de Monte Paladio no solo se enfoca en la calidad del producto, sino que también contribuye significativamente a la economía circular de la comuna. La recolección manual de los frutos, la creación de etiquetas y la compra de insumos permiten mejorar las condiciones de vida de la comunidad, fomentando el trabajo local. Este esfuerzo ha sido reconocido en ferias locales y ha recibido el respaldo de la comunidad, lo que ha motivado a Jacqueline y su equipo a postularse al premio 2023. Su viaje de innovación ha potenciado el espíritu emprendedor de la región, preparándolos para recibir a la primera temporada de turistas 2023-2024 con un producto de clase mundial
Valeria Karina Latorre Reyes
Mujer Agroinnovadora 2023 (categoría académica – investigadora)

Valeria Karina Latorre Reyes es académica en la Universidad de Magallanes, donde enseña en diversas carreras relacionadas con la agronomía, biología marina, ingeniería química y medio ambiente, y pedagogía en biología. Tras completar su doctorado, decidió emprender una investigación con impacto en el medio ambiente y la agricultura, lo que llevó a la creación del primer Laboratorio de Biotecnología Vegetal en la Región de Magallanes. Este laboratorio se enfoca en la propagación masiva de plantas utilizando herramientas biotecnológicas.
La biotecnología vegetal en Magallanes presenta diversas oportunidades, especialmente en la valorización de recursos locales. Esto incluye la investigación y desarrollo de plantas nativas con potencial económico, como los frutos nativos. Latorre Reyes se especializa en la propagación in vitro de plantas, proporcionando a los productores material vegetal sano y homogéneo, lo que también contribuye a la conservación del medio ambiente al evitar la extracción de plantas de sus hábitats naturales.
El laboratorio destaca por su alta tecnología y su impacto en la propagación in vitro de plantas bajo condiciones controladas. Reciben visitas durante todo el año para difundir su trabajo y compartir conocimientos en biotecnología. Latorre Reyes ha sido postulada al premio 2023 por su proyecto, que busca disminuir el desequilibrio en la localización de centros tecnológicos y ofrecer soluciones innovadoras a los productores locales mediante la tecnología de propagación de tejidos vegetales.
Bernardita Pérez Pérez
Mujer Agroinnovadora 2022 (categoría agricultora – emprendedora)

En 2008 da sus primeros pasos en la horticultura, influida por la necesidad de generar alimentos sanos y para autoconsumo, como una forma de subsistir y ayudar a su familia. Aprendió de manera autodidacta, comenzando con pequeños ensayos de cultivo y aclimatación de especies, conociendo los resultados y probando la aceptación del público.
Actualmente cuenta con 20 variedades de hortalizas de diferentes formatos y 30 variedades de tubérculos nativos y variedades exóticas. Además, posee una línea de aromáticos culinarios y/o medicinales. Sus cultivos son agroecológicos, fertilizados naturalmente a base de compost, humus y abonos verdes, con riego por goteo.
El uso de policultivos y rotaciones han logrado palear las hostilidades del clima patagónico, y la aclimatación de semillas. Vende su producción directamente a hoteles y restoranes y a público general.