Lunes 22 de junio de 2020.- Después de tres años de investigación y a fin de optimizar la forma de afrontar el cambio climático, mejorar la calidad y eficiencia productiva del cerezo en Chile; se comprobó que esta fruta aumenta su calibre al usar cobertores plásticos de baja densidad.
La iniciativa sostenible fue apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, por considerarse un modelo que entrega al productor un paquete tecnológico que le permita diferenciarse y mejorar su posición en relación con el nivel de producción y costos reflejado en el ingreso total del huerto, haciéndolo más competitivo en el mercado internacional, principalmente asiático.
RESULTADOS
“Al utilizar cobertores plásticos de baja densidad en huertos de cerezas, lo que vimos, es que aumenta el peso de la fruta en 1.0 a 1.5 gr, desplazando la curva de la producción en al menos un calibre. Esta innovación es muy importante ya que si se mantienen los rendimientos y se aumenta el calibre, generará un incremento en los ingresos de los productores”, argumentó Luis Ahumada, coordinador del proyecto y director del área de I+D+i, de C. Abud & Cia, empresa ejecutora de la investigación.
El segundo resultado, agregó Ahumada, “fue la protección efectiva de los cobertores plásticos ante eventos climáticos adversos como heladas o granizos. Los cobertores son como un seguro ante estas situaciones que con el cambio climático son más frecuentes. Por ejemplo, en la segunda temporada de estudio hubo una granizada de gran magnitud en el sector de Graneros: La producción de los árboles que se encontraban sin cobertores fue afectada drásticamente, perdiendo casi la totalidad de la fruta En cambio, los árboles que se encontraba bajo cobertor no presentaron grandes pérdidas, permitiendo su cosecha de forma normal”.
PROCESO
Para llegar a esta conclusión, se monitoreó durante tres años el comportamiento de tres parcelas experimentales de una hectárea ubicadas en las comunas de Graneros, Sagrada Familia y Teno.
En cada una de ellas se establecieron cuatro tratamientos: sin cobertor (testigo); uso de cobertor plástico de alta densidad (rafia) entre agosto y cosecha; cobertor plástico de baja densidad entre agosto y cosecha y, finalmente, el mismo cobertor plástico de baja densidad pero desde agosto hasta marzo. Cada uno de estos tratamientos fue establecido con 5 repeticiones compuestas por 48 árboles cada una.
El director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, tuvo su opinión sobre la aplicación de tecnología que se logró comprobar: “Como Fundación buscamos jugar un rol promovedor de todas aquellas iniciativas que sean clave para nuestro sector y para el mundo. Y en este sentido qué duda cabe que la producción de cerezas en nuestro país es de suma importancia para nuestro sector agrario. Y aunque las exportaciones frutícolas de Chile disminuyeron un 17% en valor durante primer trimestre de este año —según datos entregados por Odepa— las principales exportaciones de ese periodo fueron encabezadas por las cerezas, las cuales llegaron a las 145 mil toneladas”.
RESPUESTA
La innovación apoyada por FIA buscó solucionar una problemática que hace muchos años se presenta en la agricultura nacional: el uso de la rafia para prevenir la pérdida de producción generada por la alta variabilidad de eventos climáticos provoca la pérdida de calidad presentando una disminución de los niveles de firmeza (ablandamiento). Este efecto negativo también se observó en la fruta bajo cobertor plástico de baja densidad, sin embargo, un correcto manejo del huerto bajo esta condición puede atenuar esta disminución.
PROSPECCIÓN
Según explicó Ahumada, la investigación también permitió confirmar que la inversión del uso de cobertores plásticos en huertos de cerezos se logra financiar con creces por el aumento en los calibres de la fruta cosechada.
“Esta innovación, comprueba, en condiciones reales de nuestro país, que el uso de esta tecnología es viable en los huertos de cerezos. Si bien el plástico de baja densidad lo habíamos probado para el control de una enfermedad en kiwis (PSA), no había una respuesta clara en cerezos: hoy la tenemos y es favorable”, cerró Ahumada.