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Comunidad Quechua rescata membrillo descarte con la elaboración de productos gourmet

Iquique, 16 de marzo 2020.- A más de cien kilómetros de Iquique, en la comuna de Pozo Almonte, se encuentra la localidad de Quipisca. Lugar habitado por más de 50 personas que componen la Comunidad Quechua y que por estos días elaboran productos gourmet a base de membrillos descartes del valle, esto gracias al impulso de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura y del Gobierno Regional de Tarapacá.

A través de la iniciativa innovadora ejecutada por el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), se buscó crear competencias de gestión productiva y comercial a la comunidad con el fin de emprender en el proceso de generar alternativas de valor agregado, transformando sus actuales productos –de escasa aceptabilidad y precio– en tres alimentos de alto valor económico, saludables y tipo gourmet: compota, chutney y snack dulce y salado.

Según contó el representante legal del proyecto, Wilfredo Bacian, desde la creación de la comunidad el año 2009, sus miembros se han esforzado en rescatar las actividades desarrolladas por sus ancestros en la localidad de Quipisca. Si bien históricamente este lugar ha sido conocido por su producción – con miras a potenciar la Agricultura Familiar Campesina (AFC) – de hortalizas como cebolla, morrón, ajíes y locotos; hace un par de años se suman los membrillos.

 “El membrillo de Quipisca tiene una producción anual (época estival) de 2 mil 200 Kilos, con un 20% de producto de descarte, equivalente a 440 kilos. Cifra considerada, antes de este proyecto, como una pérdida en la producción. Sin embargo, esta comunidad tiene una historia marcada por el cultivo de las tierras, gracias a las condiciones geográficas y climáticas favorables que posee. Por ello, en la actualidad, Quipisca sigue potenciado la agricultura en todas sus formas, con el acercamiento de turistas o visitantes que quieran conocer las técnicas ancestrales que poseen de cultivos”, dijo Bacian.

La agricultura, agregó Bacian, se identifica por su armonía con la tierra, siendo tradicionalmente comunitaria y familiar. “Sus aguas nacen en vertientes y recorren sus tierras permitiendo el desarrollo de cultivos. Estas actividades responden a las formas ancestrales de ocupación que desarrolló la Comunidad desde su emplazamiento en la quebrada”, dijo Bacian.

PRODUCCIÓN Y ASOCIATIVIDAD

Luego de la cosecha desde tierras ancestrales, la comunidad Quechua traslada la materia prima hacia una sede comunitaria, ubicada en calle Víctor Garrido, Iquique; espacio donde se produce la pulpa del membrillo para su posterior transformación en los tres alimentos que se comenzarán a comercializar desde abril en la región de Tarapacá. Su precio estará entre $1.500 y $2.000.

Además, gracias al proyecto y por iniciativa comunitaria, se creó una organización al interior capaz de hacerse cargo del área Agrícola. Se trata de la Cooperativa Agrícola Tarpuy Quipisca Limitada, marca por la cual se comercializarán los productos elaborados.

En esa línea, el representante de FIA en Tarapacá, Felipe Olivares, señala que “estamos muy conformes con la Comunidad Quechua de Quispisca porque logró dos propósitos muy importantes para FIA, como los son agregar valor a una materia prima de origen local y crear una cooperativa a cargo de la agricultura. La invitación es a que la región se involucre en encontrar, a través de la innovación, soluciones que respondan a problemáticas que hoy presenta el sector silvoagropecuario con la cadena de valor asociada”.

Cabe precisar que la iniciativa duró dos años en desarrollarse con un costo total de financiamiento por parte de FIA del 66,9%, es decir, más de 78 millones de pesos.

 

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