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Inédito estudio identifica el impacto del cambio climático en los recursos naturales en la región de Magallanes

Tras 18 meses de trabajo, el Centro de Información de Recursos Naturales, CIREN y la Fundación de Innovación Agraria (FIA), presentaron los resultados del estudio de Zonificación de la aptitud productiva de las principales áreas agropecuarias en la región de Magallanes en el contexto de escenarios de cambio climático, considerando condiciones de clima y suelo actuales y futuros.

La zonificación de la aptitud productiva marca un hito en lo referido al estudio de los recursos naturales en la región, incorporando una evaluación climática y vegetacional. En cuanto a la caracterización del suelo, si bien se incluye una superficie aproximada de 120.000 hectáreas de las más de 2.5 millones de hectáreas que tendrían importancia agropecuaria, lo realizado por CIREN y FIA, constituye un primer gran acercamiento para el levantamiento de información a nivel regional, ya que además suma una caracterización del régimen hidrológico de los principales puntos de aforo en la región, para determinar la disponibilidad de los recursos existentes.

El Seremi de Agricultura, Alfonso Roux, manifestó “contamos con una base de datos actualizada, y su correspondiente cartografía, de los recursos climáticos, hídricos y de suelo para las principales áreas agrícolas de la Región, en un escenario actual y de cambio climático a 15 y 30 años. Un diagnóstico de las potencialidades productivas para un conjunto de especies cultivadas y forrajeras seleccionadas, con su correspondiente evaluación económica, obteniendo finalmente un instrumento de información, alfanumérica y cartográfica, para consulta de todos los actores responsables del desarrollo agropecuario de la Región de Magallanes”.

Resultados

Entre los resultados alcanzados se obtuvo que hacia la zona nor-oriente de la región (Gallegos Chico, Puesto Portada, Desolación, Cerro Sombrero), donde existe un clima con características de estepa fría con régimen de humedad semi-árido, las precipitaciones disminuirán hasta un 5% al año 2050. En este mismo lugar, las máximas estivales que en la actualidad presentan un promedio mensual de 16,7°C, podrían llegar a los 18°C, presentando alzas de 1,4 a 1,6°C al año 2050. Por el contrario, en invierno, las temperaturas podrían subir entre -2,6 y -1,2°C disminuyendo levemente la intensidad de las heladas.

El estudio indica que, para el comportamiento de las especies vegetales, un aumento de las temperaturas, aun cuando exista una leve disminución de las precipitaciones, podría significar mejores condiciones climáticas, el incremento de las temperaturas provocaría un aumento de la demanda evaporativa y por lo tanto un aumento en el déficit hídrico, desde aproximadamente 430 mm actualmente a 470 mm al año hacia el 2050, explica Horacio Merlet, Jefe de Unidad de Agroclima, de  CIREN.

Por otro lado, en la zona central de la región (Punta Arenas), las temperaturas también presentan alzas. En el verano aumentarían como promedio mensual de 15,3 a 16,4°C, mientras que en invierno las temperaturas mínimas subirían desde un promedio mensual de -0,6°C a un valor cercano de 1,3°C. Estos aumentos se traducen en un aumento de las precipitaciones, pero de forma muy mínima, lo que no permitiría superar el déficit hídrico anual que crecería desde 210 a 340 mm durante los próximos 30 años.

Paula Orellana explica que “en FIA entendemos la relevancia de contar con información que apoye la toma de decisiones de los productores con mirada al futuro, y es así que, en la línea de nuestro desafío estratégico de eficiencia hídrica y adaptación al cambio climático, apoyamos este estudio que entregará un visualizador con información de los recursos climáticos, hídricos y de suelo, en un escenario actual y de cambio climático a 15 y 30 años. Además, el visualizador tendrá incorporado un diagnóstico de las potencialidades productivas para un conjunto de especies con su correspondiente evaluación económica. Esto tiene una especial relevancia para la Región de Magallanes, ya que hoy es la única región del país que no cuenta con un estudio de clasificación de suelo, información necesaria para poder predecir su comportamiento e identificar limitantes que permitan tomar decisiones adecuadas para el manejo agrícola, pecuario, forestal, urbano y ambiental”.

En cuanto al análisis de suelo, el 47,7% de la superficie estudiada presentan severas limitaciones de uso que restringen la elección de cultivos, requieren cuidadosas prácticas de manejo y de conservación. La clase de cobertura de suelo con mayor presencia es aquella con bosques con un 35,5%. Por último y muy relevante, es la situación de erosión en la región. Por un lado más de 3 millones de hectáreas presentan una erosión no aparente, por el otro más de 1.7 millones de hectáreas se encontrarían sin rasgo de erosión.

Toda esta información con su respectiva cartografía se encuentra disponible a través de un visualizador al cual se puede ingresar a través de http://zonificaciónmagallanes.ciren.cl o directamente desde la página web de CIREN www.ciren.cl. En él se encuentra además la información de la aptitud de 14 especies productivas para la región con mapas edafoclimáticos y su respectiva evaluación económica.

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