La innovación no conoce de límites territoriales, al contrario, es un modelo ávido y dispuesto a impulsar el sector silvoagropecuario y la cadena de valor, incluso en la zona más austral del mundo. Ese el caso de Nirmia Salamanca (23) – quien junto a su familia – finalizó la construcción de un cuarto de germinación y un vivero calefaccionado que permitiría, en Puerto Natales, región de Magallanes, aumentar la producción local de lechugas grand rapids.
“Buscamos aumentar el periodo productivo del cultivo de lechugas, por medio de la construcción de un vivero y cuarto de germinación climatizado que proveerá con plantines a la comunidad agrícola, y así realizar una producción temprana y planificada de lechugas. Se aprovecharán los recursos tecnológicos e innovadores, tanto en la siembra como en el riego. Como resultado se busca obtener plantas sanas y vigorosas en la etapa correcta de trasplante, mejorando de esta manera los rendimientos”, contó la ejecutora del proyecto, Nirmia Salamanca, periodista que se denomina emprendedora y agricultora por su vínculo con el campo desde niña.
Clima e innovación
Por estos días la joven, junto a su hermano, ya construyó el vivero y cuarto de germinación climatizado sustentable y resistente – que espera desafiar la escarcha, el viento y las extremas condiciones climática – con desechos inorgánicos de la salmonicultura con el objetivo de reducir costos de la inversión total y contribuir al ecosistema, involucrando dos industrias productivas nacionales. Dicha obra permitirá controlar un ambiente por medio de una bomba de calor y se utilizará riego a través de nebulización. “Se monitoreará la germinación y crecimiento del plantín sin estar supeditados a los factores climáticos, ya que se creará un microclima óptimo para el alimento”, agrega Salamanca.
Para la representante de FIA en la región de Magallanes, Paula Orellana, la iniciativa “significa un hito para la agricultura local porque la innovación en si misma espera atenuar la escasez de abastecimiento de alimento en la zona debido a su inconexión con los centros de producción más grandes. Sabemos lo complejo del clima en la zona, así que hay que tomar ventaja para mejorar. Por otro lado, permite, a través de alianza entre sus propios ejecutores, ayudar a la sostenibilidad de negocios pequeños que son en este tiempo necesarios para ingresos familiares. La pandemia es una crisis que nos ha enseñado a impulsar con más fuerza todo aquello que genere impactos positivos al sector, así que estaremos expectantes a los avances”.
PRODUCCIÓN
Actualmente, según Salamanca, se cultivan 800 metros cuadrados de lechugas grand rapids. La producción de cada invernadero es de 2.400 plantas de la verdura, dando un total de 9.600 plantas por temporada, consiguiendo así obtener dos temporadas de siembras óptimas para su comercialización. Por medio del proyecto, agregó, “la proyección es duplicar la cosecha, es decir, obtener dos temporadas adicionales, cuantificadas en 19.200 plantas”.
Siempre pensando en perspectiva, la productora comentó que el 50% de los plantines será utilizado para su abastecimiento y emprendimiento dedicado a la venta al detalle; y el resto, se destinará a la nueva Cooperativa de Trabajo Ñuke Mapu de Última Esperanza” – compuesta por seis agricultores – que anhela obtener el sello orgánico ya que no utilizarán abonos sintéticos, aditivos ni productos químicos.