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Jóvenes rurales de Angol impulsan cultivo inteligente con agua lluvia e hidroponía gracias a proyecto FIA–UMayor

Se trata del prototipo SCALL (Sistema de Captación de Aguas Lluvias), una infraestructura autosuficiente que combina captación de aguas lluvia y cultivo hidropónico, promoviendo soluciones resilientes, de bajo costo y alta eficiencia para jóvenes rurales.

Con el propósito de impulsar la innovación rural frente al cambio climático, el proyecto fue desarrollado y financiado en el marco de Rebrota, programa de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), y ejecutado por la Universidad Mayor. La iniciativa promueve soluciones resilientes, de bajo costo y alta eficiencia, especialmente diseñadas para jóvenes rurales con acceso limitado a agua o energía.

La iniciativa forma parte de un paquete técnico que incluye el sistema SCALL, orientado al cultivo hidropónico de hortalizas de hoja específicamente para la comuna de Angol. Esta iniciativa tiene como propósito fomentar prácticas agrícolas sostenibles y resilientes frente al cambio climático, evidenciando cómo la tecnología y la gestión eficiente del agua pueden impulsar el desarrollo sustentable en el sector agrícola, especialmente en zonas rurales con acceso limitado a recursos hídricos.

“Este prototipo está diseñado para agricultores que hoy enfrentan problemas de agua. Les permite transformar ese recurso limitado en un sistema hidropónico eficiente, abriendo la posibilidad de producir hortalizas donde antes no era viable. Su objetivo es hacerlo de manera resiliente, sin depender del suelo ni de redes de agua potable, y con la ventaja de que cualquier joven del mundo rural pueda replicarlo” afirma Javiera Grez, integrante del equipo técnico de la entidad ejecutora.

Los jóvenes pudieron observar cómo la estructura incluye un sistema de canaletas para captar agua lluvia, un estanque flexible de almacenamiento y un sistema de cultivo hidropónico tipo NFT, un sistema de cultivo hidropónico en el que una fina capa de agua con nutrientes fluye constantemente sobre las raíces de las plantas, que crecen sin suelo, sostenidas en canales o tubos.

“Esta es una innovación climáticamente inteligente, diseñada desde y para el mundo rural, que puede cambiar la manera en que se produce alimento en contextos vulnerables”, agrega Marcos Rebolledo, representante de FIA en La Araucanía

RESULTADOS ESPERADOS DEL PROYECTO

Entre los resultados positivos esperados del proyecto está el cultivar verduras de alta calidad en espacios reducidos, sin necesidad de tierra fértil ni agua potable, utilizando exclusivamente agua de lluvia para el riego. Además, la incorporación de tecnologías limpias y de bajo costo permitirá proteger los cultivos del frío y la sequía, asegurando una producción más estable frente al cambio climático.

A través de talleres prácticos, los jóvenes rurales aprenderán a implementar y mantener estas innovaciones, fortaleciendo sus capacidades técnicas. Finalmente, se trata de un modelo escalable y replicable, con potencial para aplicarse en otras regiones de Chile y de América Latina.

El proyecto es una innovación simple, accesible y con impacto directo en la vida de los agricultores jóvenes. No busca reemplazar la tierra, sino complementarla con más herramientas para adaptarse al nuevo clima.

Con estos pilotos en marcha, el equipo del proyecto espera consolidar un paquete tecnológico abierto, con manuales, modelos de financiamiento y materiales de capacitación para que más comunidades rurales puedan adoptarlo.

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