Por: Nubia Núñez Torres
Alicia Haro Mardones impulsa el turismo de reforestación y fue reconocida como Mujer Agroinnovadora por la Agencia FIA el 2023. Su proyecto “Monumento Patagonia” consiste en enormes letras dentro de las cuales se plantarán Lenga y Ñire.
Alrededor de 40 mujeres llegaron a Coyhaique a conocer el Encuentro Conecta Red MAI, espacio creado por FIA (Fundación para la Innovación Agraria) que promueve la colaboración entre mujeres del ecosistema de emprendimiento e innovación, en este caso, de la Región de Aysén. En esta instancia se conecta conocimiento, ciencia, tecnología e innovación con los distintos sectores productivos involucrados, para el desarrollo sostenible de este territorio, generando a su vez conexión entre las mujeres, fortalecimiento sus vínculos, asociatividad y promoción de nuevas oportunidades.
MONUMENTO PATAGONIA
En el encuentro, las “embajadoras”, mujeres que anteriormente obtuvieron el Premio Mujer Agro Innovadora, tuvieron la misión de compartir sus emprendimientos e ideas.
Una de ellas, Alicia Haro, se dedica al turismo de reforestación, y lo decidió hacer en grande. De hecho, cuando finalice su proyecto, será la obra medioambiental más grande del mundo.
Alicia quiso invitar a la humanidad a ponerse en equilibrio con la tierra. Cada persona consume diariamente el oxígeno equivalente al producido por 22 árboles. Su iniciativa será la voz de la Patagonia llamando a compensar un aspecto de nuestra huella de carbono.
En 12.5 hectáreas de terreno en el Cerro Galera, ubicado en el corazón de la región de Aysén, se han instalado cerca de 1.600 postes y se requieren alrededor de 3.500 tablas para cercar las letras de la palabra Patagonia, que junto al número 22 le darán forma a la obra. Esta etapa ya está en marcha.
En el interior de las gigantes letras se plantarán 5.000 árboles nativos, específicamente Lenga y Ñire. La Lenga es una especie representativa del bosque andino patagónico, y por su parte el Ñire puede con una hectárea plantada, “fijar” una tonelada de carbono al año. En cuanto a los postes y las tablas requeridas para la construcción de los corrales, serán de pino radiata, especie introducida que representa un impacto muy negativo a los suelos y las aguas de la región.
La embajadora pensó en un mensaje universal que sea entendible, que genere curiosidad, que cumpla con el objetivo de crear conciencia ecológica, posicionar un destinoturístico e invitar a otros destinos a sumarse a esta lucha. Además, es una obra de arte que será reconocida oficialmente en Chile en la categoría Monumento Nacional Histórico.
MELENA DE LEÓN
Por su parte, Edith Barría, ingeniera ambiental, se dedica al enorme y poco estudiado mundo fungi. Su emprendimiento, Fungiaustral Coyhaique, ha sido pionero en el cultivo comercial de hongos medicinales y comestibles en la región de Aysén. “A partir de 2023, hemos intensificado nuestro compromiso con la innovación, desarrollando productos que combinan la riqueza de la flora nativa patagónica —como el calafate recolectado localmente— con hongos silvestres medicinales y el conocimiento ancestral de recolección”, indica Edith.
Para enriquecer su visión y captar tendencias en el mercado de los hongos, este equipo ha realizado giras tecnológicas a Ecuador, Perú y diversas regiones de Chile. Estas experiencias permiten expandir oportunidades de desarrollo, orientando a FungiAustral hacia productos funcionales basados en hongos medicinales, principalmente en el hongo Melena de león, nativo de la región de Aysén.
El hongo “Melena de león” o Hericium erinaceus tiene componentes bioactivos que potencian la neurogénesis, la conexión a nivel neuronal, mejoran el enfoque y la concentración, lo que disminuye el estrés.
La ingeniera aclara que no es un hongo alucinógeno, sino comestible, que además tiene propiedades medicinales.
Este hongo previene además el Parkinson y el Alzheimer. La investigadora comenta que éste es un hongo milenario, muy estudiado en Japón y ampliamente consumido en Asia y Europa. “Hemos estudiado el proceso de extracción del compuesto bioactivo para generar un suplemento alimenticio en gotas, que lo complementamos con el Calafate, un potente antioxidante, explica Edith Barría.
En una región como Aysén, caracterizada por sus bajas temperaturas y aislamiento durante el invierno, este emprendimiento ha diseñado suplementos alimenticios que aportan beneficios desinflamatorios, energizantes y de apoyo cognitivo.
“En Fungi Austral, creemos que la Patagonia es el terreno ideal para cultivar bienestar y desarrollo sostenible. Nos impulsa el deseo de llevar los beneficios de los hongos a quienes buscan mejorar su calidad de vida de manera consciente y natural”, finaliza Barría.