Margarita Sepúlveda Reyes motivada por la necesidad de reducir la dependencia de fertilizantes importados y mitigar el impacto ambiental de la agricultura, ha desarrollado una solución innovadora basada en la acuicultura de agua dulce y el cultivo de microalgas. Como fundadora de Bio-CO₂, ha creado HUMI+, un bioestimulante patentado que mejora la calidad del suelo, potencia el crecimiento de cultivos y reduce la huella de carbono de la agricultura chilena, además de aumentar los rendimientos en los cultivos agrícolas y forestales.

Desde sus inicios, Margarita identificó los problemas estructurales de la agricultura tradicional, como la sobreutilización de fertilizantes sintéticos, la contaminación del agua y la degradación del suelo. Enfrentó múltiples desafíos, desde la burocracia en la innovación agrícola hasta la falta de financiamiento para desarrollar su tecnología. Sin embargo, con determinación logró posicionar su producto en el mercado y demostrar que las microalgas pueden revolucionar la agroindustria.

HUMI+ es un bioestimulante único, que aporta nitrógeno, fósforo, potasio, aminoácidos y sustancias húmicas, mejorando la resistencia de las plantas al estrés abiótico y potenciando su crecimiento de manera natural. Además, su método de producción captura CO₂ y genera oxígeno, contribuyendo activamente a la mitigación del cambio climático.

Más allá de su impacto en la agricultura, Margarita se ha convertido en una líder en equidad de género en el agro, abriendo oportunidades para que más mujeres accedan a la tecnología agrícola y a la independencia económica. Su emprendimiento ha generado empleos en la producción de bioestimulantes y ha demostrado que la ciencia y la innovación pueden ser herramientas de empoderamiento femenino en el mundo rural.