Doñihue, 21 de diciembre 2016.- Denominado como uno de los alcoholes patrimoniales de Chile, el Chacolí ha estado vigente desde fines del siglo XVIII, obteniendo su época dorada en el siglo XIX, sin embargo con la proliferación de los vinos franceses comienza a perder relevancia, y hoy esta enorme tradición se encuentra de forma exclusiva en manos de un grupo de pequeños productores de la comuna de Doñihue en la región de O’Higgins.
Es por esta razón, que la Universidad de Chile con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) están trabajando en un proyecto que busca valorizar y promover el vino Chacolí para mejorar la competitividad de la agricultura familiar campesina, y así alcanzar estándares de calidad, respetando su valor como patrimonio rural.
Actualmente este vino no cuenta con una normativa ni estandarización alguna relacionada a su proceso de producción, así como tampoco con una norma asociada a las características del producto, mediante la cual se le pueda denominar Chacolí. Bajo este contexto, los productores comercializan actualmente este producto en el mercado informal, lo que determina que su venta se limite a algunos pocos conocedores y vecinos.
A esto se suma la irrupción de una industria vitivinícola de gran escala, que promovió el consumo de vinos más elaborados y de cepas mejor catalogadas internacionalmente, haciendo que el Chacolí sea desconocido para gran parte de la población.
Es por esto que la iniciativa contempla un levantamiento de información relativo a los procesos relacionados con la producción y su valor simbólico, histórico y socio-cultural, además a los productores se les facilitará nuevos equipamientos e insumos para optimizar su labor y contarán con asesoría continua en aspectos técnico productivos.
“También se pretende llegar a una estandarización del chacolí, de manera que los compradores puedan identificarlo y tener una cierta expectativa acerca de sus características. Por otra parte se realizará un diagnóstico de mercado y se ayudará a los productores a generar y ejecutar una estrategia de marketing. Finalmente, se va a contribuir a la promoción del chacolí con la participación en eventos como ferias o la propia Fiesta del Chacolí que se celebra en Doñihue todos los años en junio”, señala la coordinadora del proyecto, Sofía Boza de la Universidad de Chile.
Todo esto ayudará a los 10 chacoliceros de Doñihue −que participan del proyecto− a mejorar su calidad de vida a través de la profesionalización de la producción del vino, siempre respetando sus costumbres y modos de producción.
Vino joven y dulzón
El Chacolí es un vino elaborado a partir de uvas blancas y tintas de origen español y criollas, tales como las cepas País, Torrontés y Moscatel amarilla, el cual sigue un proceso de elaboración particular, con un período corto de fermentación y sin guarda, entre sus características más particulares. El resultado es un vino joven, blanco, rosado o tinto, sin envejecimiento en barrica ni guarda en tinajas, con una graduación alcohólica en el rango de los 10,5 y 12° vol.
Un aspecto importante es la tradicional Fiesta del Chacolí realizada en Doñihue, la cual se potenciará a través de un plan de marketing, que también abordará circuitos de comercialización cortos, donde se propiciará la generación de vías de comercio local, relacionadas a productos de carácter patrimonial.
Al respecto el ejecutivo de innovación agraria de FIA, Robert Giovanetti, señaló que “esta iniciativa será de gran impacto para Doñihue, comuna tradicional del valle central de Chile, ya que contempla la promoción de un paquete tecnológico dirigido a los productores de vino Chacolí, lo cual les permitirá innovar en términos de producto y marketing, generando nuevos mecanismos para mejorar la competitividad de la agricultura familiar campesina, y así alcanzar estándares de calidad con este vino, que resalten su valor como parte del patrimonio rural, sus cualidades organolépticas y sensoriales particulares.