Santiago, 1 de febrero 2017 – Fueron dos semanas intensivas en la que la delegación de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa y del Colegio de Postgraduados Campus Puebla, de México, acompañados por académicos e investigadores de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, visitaron a pequeños y medianos productores, supervisaron cultivos, las tecnologías usadas, conocieron el clima y las condiciones agrícolas. Confirmaron la factibilidad de producir el Amaranto en Chile.
La visita se enmarca en el proyecto “Fomento al cultivo y consumo de amaranto: Potenciación Chile-México” que tiene como objetivo potenciar el cultivo del amaranto en ambos países, generando valor agregado a su producción industrialización y consumo para otorgar nuevas alternativas de alimento saludable a la comunidad escolar.
“Cuando iniciamos este proyecto en México estábamos seguros de que esto iba a resultar tal como estaba programado. Ahora que estuvimos en Chile estamos convencidos que va a llegar a buen término e incluso pueda proyectarse más allá del periodo planificado. Existen las condiciones y hay un esfuerzo muy grande por parte de todos los actores involucrados. La capacidad técnica que hay en Chile es la adecuada y la voluntad está muy presente”, señaló Dra. Hirán Moran, Directora del Proyecto en México.
Por su parte la Directora del proyecto en Chile, la académica de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Dra. Cecilia Baginsky sostuvo que “la visita fue muy positiva porque logramos los objetivos de que ellos supervisaran nuestra siembra, que evaluaran si efectivamente la estábamos llevando bien y si los genotipos que estamos utilizando iban por buen camino. Pudimos además identificar junto con ellos, plagas, esbozos de enfermedades y también tuvimos su expertise respecto de los pequeños agricultores. Por lo menos tenemos claro que es un cultivo que se va a dar bien en Chile por las características muy similares a las de México y además por las variedades que ellos enviaron están pensadas para que se adapten en Chile”.
La Dra. Baginsky explicó que se sembró el Amaranto en el mes de octubre en diversas localidades, tal como Isla de Maipo, San Fernando, Larmahue, con las técnicas aprendidas por los especialistas chilenos en su viaje a México que se realizó a mediados del año 2016.
Una iniciativa bilateral e interinstitucional
La iniciativa es financiada por el Fondo Chile-México patrocinado por la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) del Ministerio de Relaciones Exteriores, según el cual ambos países contribuyen de forma igualitaria a la iniciativa. En el caso de Chile la postulación fue presentada por el Ministerio de Agricultura, a través de su Subsecretaría, con el apoyo del Ministerio de Salud por su interés en el desarrollo de alimentos más saludables para la población y de la Fundación para la innovación Agraria (FIA) por ser este un proyecto de innovación en el desarrollo de nuevos cultivos para la agricultura chilena.
«Desde FIA apoyamos este proyecto porque, además de incentivar la colaboración entre países que comparten materiales genéticos de importancia para la agricultura y la alimentación, realiza un aporte real desde la experiencia que tiene México en el cultivo del amaranto, que es una especie que si bien existe en Chile, sólo se cultiva en forma muy local y en pequeñas extensiones. Esperamos con esta iniciativa aumentar el número de especies de alto valor nutricional y funcional disponibles para su cultivo en nuestro país, donde además se destaca sus atributos en lo que respecta a su producción en condiciones de menor uso de agua«, agregó Paulina Erdmann, Ejecutiva de Innovación Agraria de FIA.
“Desde el Fondo Chile- México vemos con muy buenos ojos esta alianza entre la universidad y los organismos públicos, la vinculación con organismos de la sociedad civil, con organismos sin fines de lucro como los son la universidades, nos parece potenciador de los resultados del proyecto. Es muy gratificante ver que la información no sólo se queda en los organismos públicos, sino en que está llegando también a los agricultores, es un trabajo en terreno y está llegando al campo que es donde queremos impactar, además del público de un futuro, que son los niños”, puntualizó Lorena Neilson, Coordinadora de Países del Departamento de Coordinación Horizontal-Programa Sur Sur de AGCI.
Por su parte Anna Christina Pinheiro, nutricionista del Departamento de Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud señaló que “para el Ministerio de Salud es importante contar con mayor oferta de alimentos saludables en el país. Tenemos bastante expectativa en esta propuesta, principalmente en la hoja de amaranto porque significa tener otra alternativa de verdura de consumo en el país y además, como uno de los objetivos del proyecto es el desarrollo de alimentos más saludables orientado a los niños, vemos que puede ser una excelente alternativa para el Programa Nacional de Alimentación Escolar de JUNAEB”.
Finaliza una esperada visita
La Dra. Hilda Morán, expuso las principales conclusiones y sostuvo que se debe aumentar la capacidad técnica para el manejo del cultivo, profundizar la caracterización respecto de la composición nutritiva y de compuestos funcionales en relación a los diferentes manejos agronómicos. Contar con protocolos de alimentos saludables elaborados a partir de los diferentes partes comestibles (grano, hoja y panojas), entre otros desafíos.
“La delegación mexicana también pudo observar que hay innovación por parte de los pequeños agricultores de Chile, que es lo mismo que han visto en México. Además aprendimos en estos viajes, a manejar el cultivo, y tenemos mucho por hacer. Uno de los grandes avances es haber desarrollado una máquina reventadora de grano, lo que les podría dar un mejor valor a la semilla que los agricultores está obteniendo, porque se puede hacer harina, se pude incluir en muchos formatos. Quisiera reconocer el gran aporte del Profesor Ian Homer en este proceso, quien ha tenido un rol clave en la generación de esta máquina”, dijo la Dra, Baginsky.
Alimento completo
El amaranto es una planta de la familia de las Amarantaceae que reúne alrededor de 70 especies, 40 de las cuales son de América y cuyas características tanto agronómicas como nutricionales cambian dependiendo del ambiente y región en que se produzcan.
Similar a la quínoa, puede alcanzar tres metros de altura, tiene una inflorescencia llamada panoja, compuesta por numerosas flores que darán origen a las semillas, que representan el principal producto de esta planta. Se la describe como un «pseudo cereal» porque presenta granos con características similares a las de los cereales, ya que son ricos en carbohidratos, pero botánicamente no lo es pues pertenece a la familia de las dicotiledóneas -plantas de hoja ancha- y cuyas propiedades nutricionales son similares a las leguminosas, pues son ricas en proteínas.
Este vegetal y sus productos forman parte de la dieta ancestral de los aztecas. De cultivo fácil y económico, podría ser sembrado a lo largo de todo el país, potenciando a los pequeños agricultores y agregando una nueva alternativa a nuestras comidas, ya sea como alimento o como ingrediente, incorporado a panes, harinas, pastas, jugos, ensaladas y hasta en productos cosméticos.