Por: José Ignacio Aguirre.
La directora de FIA Francine Brossard, entregó la distinción a este emprendedora, que junto a su exitosa cooperativa para producir variedades de ají merkén, fue capaz de rearmarse tras ser arrasada el año pasado por los incendios.
Inés Olate reconoce que su vida cambió cuando la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria, dependiente del Ministerio de Agricultura) apoyó en 2010 su proyecto de producir ají merkén en polvo. Así, de vivir en una situación de mucha vulnerabilidad, pasó a ser un pequeño polo productivo con la cooperativa Catirai, cerca de Santa Juana, región del Biobío, que incluso dio trabajo a varias mujeres de su comunidad.
Sin embargo, los incendios de febrero de 2023 arrasaron con todo. No sólo destruyó su emprendimiento, sino que también su casa. Ella, y varias de sus trabajadoras, quedaron literalmente en la calle. Inés confiesa que ver todo su esfuerzo convertido en cenizas, inicialmente la tumbó. Pero, después nuevamente fue capaz de reencausar su destino, y reconstruir todo en esa tierra arrasada.
Por su notable trayectoria de esfuerzo e innovación en la agricultura es que la agencia FIA otorgó a Inés Olate el Premio Mujer Agroinnovadora (MAI) de la Región del Biobío. La distinción fue entregada por la directora de la agencia FIA Francine Brossard quien destacó que muy en la línea del Gobierno del Presidente Boric, Inés constituye un ejemplo, no sólo como un agricultora innovadora, sino por la si capacidad de resiliencia para rearmarse tras perderlo todo con los incendios de hace un año en Santa Juana.
Acompañó la entrega de la distinción la alcaldesa de Santa Juana Ana Albornoz, quien resaltó el orgullo que Inés significa para todos las santajuaninas, cuyo proyecto agroecológico permite el desarrollo sustentable de la zona. A la ceremonia asistieron también la Seremi de Agricultura del Biobío Pamela Gatti, y la directora regional de INDAP Fabiola Lara.
LA RESILIENCIA DE INÉS
Inés Olate trabaja con el ají merkén desde niña, ya que es un oficio familiar. Pero advierte que su producto es de una calidad especial. “Cuidamos nuestra semillas. Es lo que da un producto final distinto, que nos ha dado a conocer en todo Chile”, señaló.
Tras la cosecha del merkén estos se cuelgan en grandes cantidades en una sala donde hay una fogata que lentamente seca los ajíes. Este ciclo concluye con el procesamiento del producto para convertirlo en polvo, lo que da origen a un aliño de merkén de tres niveles de intensidad: sueve, medio y muy fuerte.
Con los incendios de febrero de 2023 todo esto desapareció, pero Inés, con mucha voluntad, encabezó el trabajo para reconstruir todo. Cuenta que por la calidad de su producto le llegó una propuesta de compra desde Estados Unidos, que para proveerla, necesita aumentar la producción.
Ahora está empeñada en una nueva innovación que trata de un horno con bandejas para secar más eficientemente los ajíes.