Atacama, 25 de julio de 2016.- Quínoa lista para ser consumida y otra en una presentación que refleja la historia y la importancia de este grano para las comunidades atacameñas; el rescate de las tradicionales bebidas alcohólicas hechas en base a los frutos del chañar y la revalorización de la papa atacameña son las iniciativas que se están ejecutando con distintas comunidades del Consejo de Pueblos Atacameños, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura.
Rica en aminoácidos, proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y fibra, la quínoa fue y sigue siendo uno de los principales alimentos de los pueblos andinos. Hoy se reinventa gracias a la innovación: la “quínoa lista” puede ser consumida en cualquier momento y lugar, como snack saludable o acompañamiento de un plato de fondo en situaciones que no permitan cocinar de manera tradicional. El desarrollo de esta idea impacta directamente en la calidad de vida de los atacameños, quienes hoy tienen un producto diferenciado que compite mejor en el mercado.
Este trabajo pudo concretarse gracias a la instalación de una planta piloto de procesado y envasado, que contempló el diseño de una marca que distinga el origen del producto y su calidad tradicional. Esto, según explica Héctor Echeverría, director ejecutivo de FIA, es el puntapié inicial de un proceso de transferencia tecnológica respetuosa con el patrimonio alimentario de la región: “nuestro objetivo es que la innovación sea una herramienta que funcione en armonía con las distintas identidades del país. Es decir, aportar con una modernización que ponga el acento justamente en esas identidades para trabajar en la diversificación del mercado”.
Cultivos a 3500 metros de altura y licores indígenas
En Socaire, pequeña comunidad ubicada a 3500 metros de altura, existen tres variedades de papas que probablemente sean únicas en el mundo: blanca, negra y cabra. Allí, gracias a la iniciativa de la Universidad de Antofagasta, el Consejo de Pueblos Atacameños y FIA viven un proceso de revalorización que a su vez busca proteger el patrimonio agroecológico de las semillas, por medio de estudios etnobotánicos y fisiológicos. Las acciones se enmarcan dentro de la línea de fomento del patrimonio agroalimentario nacional impulsado por FIA, que ha entregado positivos resultados a lo largo de todo el país.
Otra de las tradicionales prácticas atacameñas es la elaboración de licores con frutos de algarrobo y chañar, ambas especies vegetales adaptadas al clima y la extrema aridez de la región. La apuesta es mejorar la producción de la tradicional chica y convertirla en licores para el mercado gourmet. El Consejo de Pueblos Atacameños espera lanzar en 2017 5 mil litros de “licores del desierto”, los que en primera instancia serán comercializados en los circuitos turísticos de San Pedro de Atacama para luego estar disponibles para su distribución a través de internet. “Uno de los desafíos más importantes que tenemos como Fundación es lograr que se integren todas las herramientas necesarias para la innovación en un único proceso de desarrollo. Hoy internet es una plataforma fundamental para comercializar e instalar productos en el mercado, por lo que esperamos que en un futuro próximo todos nuestros proyectos tengan presencia virtual”, finalizó Echeverría.