Santiago, 1 de febrero 2018.- Con la degustación de los vinos hecho en base a las cepas País y Cinsault, se presentaron los primeros “Vinos Patrimoniales de Chile” elaborados bajo al alero de una iniciativa que busca contribuir a la sustentabilidad de un sistema productivo asociado a este producto tradicional de la agricultura familiar de Chile, como es el vino campesino y que se desarrolla en las zonas del secano costero e interior de las regiones del Maule y Biobío.
El proyecto –liderado por la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura– apuesta por mejorar la competitividad de los viñateros a través de tres ejes: vitivinicultura, elaboración y guarda y promoción.
Son 20 productores usuarios de INDAP, de localidades como Sauzal, San Javier, Melozal, Cauquenes, Portezuelo, Ranquil, Coelemu, Quirihue, Quillón y Ninhue, que está trabajando en mejorar su tipicidad, valorizar su producción y carácter patrimonial, aumentando su competitividad y sustentabilidad productiva de los vinos.
En este sentido, además del rescate patrimonial, en las regiones del Maule y Biobío hay muchos aspectos de la producción vitivinícola que son sustentables, tales como el uso de variedades de bajo requerimiento hídrico que permiten una producción aceptable de producción, lo cual en el corto-mediano plazo puede resultar un modelo a imitar considerando la escasez hídrica que ya se observa en el Valle Central de Chile, donde se desarrolla mayoritariamente la vitivinicultura hoy en día.
“En este proyecto se conjugan dos de los programas estratégicos importantes para FIA, como es el Programa de Innovación en Rescate y Valorización del Patrimonio y el Programa de Innovación en Agricultura Sustentable para el Cambio Climático, donde a través del rescate de estas variedades que se cultivan en el secano de estas localidades, se puede desarrollar un modelo interesante a seguir en el futuro en regiones que presentan menos precipitaciones”, señaló la directora ejecutiva de FIA, María José Etchegaray.
Para esto se fortalecerá la transferencia tecnológica y capacidad de difusión del Vino Campesino, además se está capacitando a los productores en aspectos vitivinícolas, enológicos y de higiene en bodega.
Para el ingeniero agrónomo, enólogo y director de la iniciativa, Álvaro Peña, esta iniciativa busca mediante la capacitación “que los pequeños viñateros de Maule e Itata mejoren la calidad de sus vinos y la sustentabilidad económica de los productores. Pudimos degustar los primeros vinos embotellados correspondientes a la vendimia 2016, con un muy buen recibimiento de expertos, periodistas del sector enológico y dueños de restaurantes, por lo que esperamos incorporar sus opiniones en el último año de ejecución del proyecto”.
Sello Vinos Patrimoniales
Se estima que la superficie de viñedos de secano interior y secano costero de las regiones del Maule y Biobío es de aproximadamente 10.000 hectáreas, con un número aproximado de 8.000 productores. Las variedades más importantes corresponden a la blanca Moscatel de Alejandría y a las tintas Cinsault, Carignan y País, esta última con cerca de 7000 hectáreas plantadas.
Además del apoyo en el manejo agronómico se creó el sello «Vinos Patrimoniales de Chile», que no solo se utilizará por los productores del proyecto, sino que además por productores de otros vinos que en la actualidad están siendo beneficiados por otros proyectos apoyados por FIA como en Codpa con el Pintatani, Pajarete en San Felix y Alto del Carmen; Chacolí en el Valle de Colchagua, entre otros. Se espera así que los consumidores reconozcan la marca y esto contribuya a la comercialización de los vinos.
También se lanzó la página www.vinospatrimoniales.cl para difundir los productos del proyecto, así como el diseño de una etiqueta de la marca «Growers» que permita además del mercado local, posicionar los vinos en otros mercados.