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Nuevos aires para la recolección ancestral

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Paillaco, 12 de diciembre de 2016.- Digüeñes, loyo, changle y pique: cuatro variedades de hongos silvestres que cargan con la tradición culinaria del sur de Chile y que 17 mujeres recolectoras ahora podrán procesar en una planta recién inaugurada en la comuna de Paillaco, en la región de Los Ríos, construida gracias al apoyo de FIA en el marco de un proyecto ejecutado por la Universidad de Chile, bajo estándares de recolección sustentable, los que aseguran la conservación de las especies y con ello la continuidad de su fuente de ingresos.

En esta planta de procesamiento podrán secar y conservar estas variedades de hongos, ahora con el acceso a los requerimientos sanitarios del Ministerio de Salud, tanto en normas de higiene como nutricionales, en un proyecto que en su totalidad busca mejorar los canales de distribución, comercialización y acceso a distintos públicos de la actividad milenaria de la recolección.

Son 17 mujeres de sectores rurales de La Plata y Los Ulmos —en la región de Los Ríos— las que tienen una vasta experiencia en la recolección doméstica de hongos silvestres, quienes conforman la agrupación Domo Peuma o “Sueño de mujer”. La mayoría de ellas pertenecen a la etnia mapuche, mujeres que se caracterizan por vivir de una economía cuyo motor son distintas labores agrícolas. Entre ellas, una de las más tradicionales es la recolección, que hoy vive un nuevo auge gracias a las tendencias de alimentación saludables, que promueven la sustentabilidad del consumo de productos locales y preparados con técnicas tradicionales.

En el mundo hay más de 200 especies de hongos comestibles. Los silvestres más populares son la Morcella, el hongo trompeta, el hongo de la bohemia y el hongo del pobre, entre otros. Son consumidos desde tiempos inmemoriales y la difusión de sus altísimas propiedades nutricionales —contienen la mayoría de los aminoácidos esenciales— han disparado su consumo, tanto a nivel local como internacional.

“El gran valor que los hongos han adquirido en la distintos circuitos gastronómicos de Chile y el mundo crean una oportunidad de mercado que este proyecto está aprovechando, no sólo a nivel comercial, sino con el foco en el rescate de prácticas que son muy relevantes en el acervo cultural de las comunidades mapuche”, explica María José Etchegaray, directora ejecutiva de FIA, institución que apoyó esta iniciativa en su convocatoria de Valorización y Rescate Patrimonial, que también está promoviendo prácticas de recolección de especies como la avellana chilena y de clasificación de ecotipos de semillas de distintos sectores del país.

En la actividad estuvo presente el subdirector ejecutivo de FIA, Alexis Zepeda, y Fernando Contreras, ejecutivo de innovación a cargo del proyecto, quien detalló que una de las ideas más importantes de este proyecto es la de socializar estándares de recolección sustentable: “en el contexto de escasez económica, muchas veces se pierde de vista la necesidad de procurar una producción sostenida en el tiempo, por lo que las buenas prácticas de recolección se vuelven fundamentales al momento de proteger la biodiversidad del sur del país”.

Con las autorizaciones sanitarias, la información nutricional y el control sobre la duración de sus productos, las mujeres de Domo Peuma esperan ingresar a un mercado que les permitirá difundir parte de sus tradiciones culinarias y que les asegura tratos comerciales que entregan un precio justo a su trabajo.

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